Written by valedeoro // 11/10/2013 // productividad // No comments
El deseo de cambiar es solo el inicio
La determinación y el deseo sincero de cambiar son importantes para iniciar cualquier proceso duradero, sin duda. Sin embargo, si tu único plan es confiar en tu fuerza interior descubrirás te doy como mucho una semana. Tu decisión definitiva de dejar de fumar se se disolverá en nada el momento que te ofrezcan un cigarro después de un día agotador en el trabajo y una pelea con tu pareja. Tu deseo sincero de empezar a meditar por las mañanas se verá perjudicado sin remedio cuando nuevamente solo hayas tenido 4 horas de sueño durante la noche. Querer algo de verdad no es suficiente para conseguirlo.
Engáñate para triunfar
Si realmente quieres cambiar algún hábito, la clave está en facilitar al máximo la alternativa, o hacer el hábito cambiar lo más difícil posible. No te fíes de que en el momento crucial ya tendrás la fuerza interior para resistir, sino permítete el lujo de usar tu fuerza de voluntad para algo más constructivo.
¿Quieres dejar de fumar? Avisa a todos tus amigos y colegas. Tira tu última cajita o, mejor todavía, entrégaselo a tu amigo (para que tengas que preguntar por ello – que humillación). Guarda todos los ceniceros de tu entorno en un lugar inaccesible. Así tu entorno se encarga de que cumplas cuando tu hábito simplemente quiere fumar.
¿Quieres levantarte más temprano? Pon un despertador a las 11h de la noche para acordarte de ir a dormir más temprano. Deja el despertador para la mañana en la sala para que tengas que levantarte. Prepara la ropa que te vas a poner al lado del despertador (ya sea para correr, para meditar o para trabajar en el ordenador). Pide a tu amiga madrugadora que te llame para verificar que realmente te has levantado. Todas las razones que se invente tu cerebro para que te quedes en la cama no servirán ante tanta persuasión premeditada. Acabarás levantándote.
Tú puedes. Si tienes una estrategia.
Querer es importante, pero no basta. Si sigues haciendo lo mismo que siempre, no te sorprendas si el resultado también es el mismo. Así que ánimo: tu puedes cambiar! Puedes dejar de fumar, puedes empezar a correr, puedes ser más feliz, puedes encontrar a tu pareja ideal, puedes mudarte al extranjero. Ahora solo te falta definir que te retiene y cómo cambiarlo.
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Imagen: JF Fumeau / flickr