El día de hoy no habrá filosofía ni minimalismo. Hoy sólo tengo sentido común y quiero dejar algo muy en claro, a pesar de que siempre que hablo de la meditación, lo menciono.
La meditación no es magia.
No es un reemplazo para la medicina basada en evidencia científica. Y no es un sustituto para atención psicológica o psiquiátrica.
Si estás enfermo, tienes dolor o síntomas que te hacen sentir mal, VE AL MÉDICO.
Si llevas años con depresión, enojo o angustia, VE AL PSICÓLOGO.
Esto viene porque ayer vía Twitter sucedió este intercambio:
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@lectorX: ¿Los dolores físicos también se pueden ir con la meditación? ¿Tienes algún consejo? ÚRGEME MUY EN SERIO
@chocobuda: Ve al médico.
@lectorX: Los Doctores me dan mas miedo que “El Coco” y los impuestos juntos
@chocobuda: No importa. Ve al médico. La meditación no es magia.Ve al médico. Ve al médico. Ve al médico. ¿Mencioné que tienes que ir al médico?
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Es una pena que todos los sistemas de sanación pseudocientífica que están ahí afuera implanten la idea de que la mente es más poderosa que las enfermedades y que una sesión de meditación sea más poderosa que el dictamen de alguien que ha pasado al menos 10 años estudiando medicina científica.
Y es que es así de simple. Si algo duele, si hay algún síntoma que no habías sentido y que necesita atención, acude con un profesional para que te de un diagnóstico y tratamiento.
La medicina natural, la sanación, la homeopatía, las auras, acupuntura, chakras, herbolaria, visualizaciones angelicales, flores de Bach, cuarzos y cristales, estampitas de San Plátano; todas estas disciplinas son un hobby que nos hace creer que las ideas fantásticas nos van a curar.
Pero el mundo aun tiene que ver que unos imanes en la oreja o un té curen una infección de muela, mal Gaucher, la diabetes o el cáncer.
La foto que presento abajo está tomada cerca de mi casa. Es un consultorio donde dan tratamientos basados en fe. No me quiero ni imaginar cuántas víctimas han habido con semejantes médicos y tratamientos.
Y aquí va una historia de personas cercanas a mi. Había una vez un bebé que estaba enfermo. Su madre desesperada, salió a mitad de la noche a buscar ayuda con una vecina. En un momento de inteligencia, la vecina le dijo que no llevaran al bebé al hospital, sino que con otra vecina que se dedicaba a la herbolaria.
La vecina hierbera le dio al pequeño un té de una mezcla mágica y dijo que estaría bien a la mañana siguiente.
El bebé murió unas horas después y la madre terminó en prisión por homicidio negligente.
Claro que la herbolaria no tiene nada que ver con la meditación, pero lo que sí puedo asegurar es que la ignorancia y la pseduociencia matan.
Creo que con esto hago muy claro mi punto: la meditación no es medicina y tampoco es un remedio mágico.
La meditación es un proceso mental por el cual estamos conscientes de nuestra existencia, nuestro cuerpo y ganamos tranquilidad para una mejor toma de decisiones. Con ella estamos en calma y con menos tensión, lo cual ayuda a una buena salud.
Y ya que estamos en esto:
Con la meditación no se puede entrar en contacto con dioses, hadas, ángeles, duendes, chaneques y de más criaturas imaginarias. No sirve para mirar a vidas pasadas.
Supongo que me va a llover basura por todos los fans de la medicina holística, así que para eso están los comentarios acá abajo. Pásele a lo barrido.