Querido acreedor de la Generalitat valenciana: Hoy puedes cobrar. Esto puede parecer una inocentada después de tantos meses esperando, pero resulta que la Consejería de Economía va a recibir hoy del Estado 878 millones de euros de adelanto del nuevo sistema de financiación. Eso sí, hay que llamar y pedir, porque Gerardo Camps repartirá el dinero y, como en el chiste, el resto que se espere.
Se ha criticado al Gobierno de Francisco Camps por arremeter contra el nuevo sistema de financiación autonómica, que "mantiene a los valencianos a la cola de la financiación per cápita", y firmarlo después para cobrar, pero es que no le quedaba otra solución. La Generalitat ha llegado a fin de año de milagro, con miles de proveedores, contratistas, abogados del turno de oficio o personas dependientes reclamando lo suyo, o las universidades, que han tenido que endeudarse por su cuenta para pagar las nóminas. Y lo peor es que el nuevo sistema no va a resolver el problema, porque para eso haría falta solucionar la financiación sanitaria.
En su informe publicado el miércoles, el síndic de Comptes, auditor de la Generalitat, lo dice bien claro después de describir cómo los Camps hacen malabarismos contables para cuadrar las cuentas a martillazos: el problema es la financiación de un sistema sanitario que ve crecer la población, la demanda de servicios y su coste, y cuya gestión es mejorable. El 42 por ciento del presupuesto valenciano es para gasto sanitario, aunque el coste real se acerca al 50 por ciento porque se ocultan facturas para no elevar el déficit. Es insostenible.
El dirigente empresarial Francisco Pons intentó días atrás ponerle el cascabel al gato y sugirió en voz alta la necesidad de que los usuarios paguen algo por los servicios sanitarios, como pasa con otros servicios públicos, pero todos miraron para otro lado igual que vienen ocurriendo desde que el también valenciano Fernando Abril Martorell lo planteó en 1991. "Nadie se atreve a lidiar el toro de la Sanidad", se quejó Abril. Entonces era una vaquilla, ahora sí es un miura.