He cumplido los 35 años, y me gusta. Me caigo bien, quizás mejor que hace diez años. Ha sido un recorrido interesante, intenso, con muchas risas, algunos gritos de frustración y muchos aprendizajes. Una de estas lecciones las quiero compartir hoy contigo: el mito de que "nunca debes abandonar tu sueño" es esto, un mito. Hay momentos en la vida en las que abandonar tu sueño es lo mejor que puedas hacer.
Reconozco que suena poco romántico, poco inspirador. Abandonar un sueño, dejar que muera, que descanse en paz? En realidad es lo más normal del mundo, lo más sano. Hoy no eres la misma persona que hace diez años. Ni tampoco vives en las mismas circunstanciar. Es posible que hayan cambiado tus prioridades, tus preferencias, tus necesidades, y ciertamente es el momento de revisar tus sueños.
Abandona lo imposible, lo egoísta, lo inviable, lo estancado...
Puedes abandonar los sueños que son físicamente imposible. Por mucho que lo deseas, no crecerás los 10 cm que te faltan para ser policía / modelo / jugador de basket.
Puedes abandonar los sueños que destruirían más de lo que generan. No es imposible que te mudes a Bali mañana, pero si con ello se acaba tu matrimonio y jamás vuelves a ver a tus padres, a lo mejor no vale la pena.
Puedes abandonar los sueños estancados. Si después de doce años aún sigues con la introducción del bestseller que quieres escribir, habrá otras cosas a las que puedes dedicar tu energía.
Puedes abandonar los sueños que no son económicamente viables. No hace falta convertir tu pasión en tu trabajo. Si tejer dedales no paga el alquiler no hay nada de malo en no coger un crédito y "ser emprendedora".
Puedes abandonar los sueños que ya no se ajusten a tus valores. A los 35 tengo otras prioridades que a los 20. Si algo ya no te apasiona, no tienes por qué seguir con ello. Los sueños pueden cambiar.
... para liberar energía para cambios reales
Es fácil atascarse en un sueño sin salida. Cuando ya has invertido tanto tiempo, tanta energía mental, tantos recursos en tu sueño, entonces es difícil aceptar que ahora es el momento de cambiar de rumbo. Explicárselo a tu entorno tampoco apetece, sabe demasiado a fracaso.
Hay ese mito de que nunca deberías abandonar un sueño, por simple virtud de que sea un sueño. Es lo que es, un mito. Además es una forma de conseguir que te quedes estancada, sin intenciones de probar otra cosa.
La realidad es otra: tú decides a qué sueños quieres seguir. Y tú decides cuando es el momento de cambiar el rumbo. Nadie más. Abandonar un sueño es mucho más que eso: también de permite abrir nuevos caminos, con nuevos retos y nuevas oportunidades