Una semana atrás, cuando explotaba la versión de que se caía este disparate de 38 equipos, Grondona salía también para desmentirlo: “No hay marcha atrás”, le había dicho a CN23. El engendro que fusionaría a la Primera División con la B Nacional y daría como resultado un campeonato de 38 equipos (increíble que se considerara algo así), el ascenso por decreto de varios clubes, entre ellos River -sin dudas, uno de los bastiones de la polémica-, además de suspender los promedios, justamente, cuando las posiciones de Boca, Racing y San Lorenzo no son cómodas, finalmente quedó anulado. Así lo confirmó el propio Don Julio en diferentes medios y un comunicado oficial.
El comunicado, titulado “La única verdad frente a la mentira destituyente”, hace énfasis en que la propuesta creada para federalizar el fútbol y aumentar la competencia, “cambios tantas veces reclamados”, fue tergiversada por los medios para ensuciarla con los intereses de empresas y política nacional.
La AFA termina comunicando que el propio Grondona resolvió suspender el tratamiento del proyecto en la Asamblea que estaba programada para octubre, invita a los clubes a realizar propuestas y modificaciones, avisa que los torneos comenzarán bajo los mismos reglamentos de siempre y que “rechaza por falaces, absurdas y temerarias, las imputaciones referidas a intromisión alguna en los asuntos de su exclusiva competencia”.
Grondona, en su paso por los diferentes medios, quiso desmentir cualquier tipo de presión por parte de la AFA hacia los clubes para aceptar este nuevo formato. “No voy a pedir o insistir con la reunión de octubre de la Asamblea de la AFA. Sigue todo igual. Serán los clubes los que decidan si hay cambios. La AFA no tiene ninguna inquietud de cambiar nada”, deslizó el máximo mandatario del fútbol nacional, intentando dejar instalado que la AFA nunca quiso forjar o imponer ninguna modificación estructural. ¿Qué pasó entonces esos 22 votos a favor y 4 abstenciones? “Es otra cosa, no tiene nada que ver”, explicó, sin aclarar mucho.
Claro que esas palabras chocan con las del presidente de Lanús, Nicolás Russo: : “Creo que el 90 por ciento de los presidentes de los clubes de Primera División no puede estar ninguno de acuerdo con este proyecto. Lanús no votó a favor. Acá hay un contrato con la televisión, la cual mandó un proyecto, que debíamos aprobar en el día o mandarlo a una asamblea. Nadie puede estar de acuerdo con una cosa que te la entregan y nadie tiene tiempo de leerla”. Fernando Raffaini, mandatario de Vélez, otro que se abstuvo de votar a favor, declaró en la misma sintonía: “Nos pidieron que votemos el mismo día que nos presentaron la propuesta”.
Por último, Grondona repitió que de esta manera se demostraba que no había interés en beneficiar a River Plate, tal como había dicho el vocero Cherquis Bialo, de quien también se acordó: “Una cosa es dar su opinión y otra dar información. cuando dijo que beneficiábamos a River quizás comentó una convicción propia”.
En una semana, se torció la historia y, sin duda alguna, el rechazo popular de un 85% de los hinchas fue clave para matarlo antes de que naciera. Hace unos días, Steve Powell, secretario general de la Federación de Hinchas de Inglaterra y Gales, le decía a Olé: “En Inglaterra sería imposible que hicieran algo así. Porque los hinchas nos hacemos escuchar. El problema acá es que no actúan organizadamente. Nosotros vimos en 2002 cómo la dirigencia iba desvirtuando todo en función del dinero y unimos las fuerzas dispersas para que nos escucharan. Y lo logramos. Obvio que tenemos mucha menor influencia que los dueños de los clubes, que allá son sociedades anónimas, pero conseguimos cambios positivos para todos los fans. Si acá hicieran lo mismo, pueden ganarle a la AFA”. El hincha puede considerar esto una victoria y tomarlo como plataforma para, tal vez, ir por más en el futuro. La marcha programada para este martes 2 de agosto en Viamonte para decirle no al campeonato, quizás se sostenga, aunque con diferente consigna…