El mundo según Google

Google ha presentado su nuevo proyecto, una propuesta que a muchos -como a mí- les apasionará y a otros les horrorizará. Pero tranquilos, todavía no es más que un prototipo, aunque parece que se lo están tomando bastante en serio y que dentro de no demasiado tiempo, más bien poco, será una realidad para todos. El invento en cuestión: unas gafas de realidad aumentada que incluyen prácticamente todas las aplicaciones desarrolladas por esta empresa y que permiten que estemos conectados a ellas las 24 horas del día. O al menos el tiempo que las llevemos puestas. Su nombre, provisional supongo, es Project Glass. Según informaba ayer mismo el blog Engadget, Sergey Brin, cofundador de Google, ya ha aparecido con unas en público. Pasen y vean.

Me gusta la idea, lo reconozco. Enriquecer el mundo con información útil e inmediata, disponible en tiempo real, es a mi juicio uno de los futuros más probables de las tecnologías de la información. Aunque este tipo de herramientas ya ha empezado a introducirse en los smartphones, lo cierto es que todavía no ha alcanzado el grado de implantación suficiente, en gran medida porque andar por la calle sujetando el teléfono ante  nuestra cara no es cómodo. Al usar las orejas como apoyo, la cosa cambia.

Sólo un pero. Me encanta la idea. Pero también espero que Google no sea la única compañía que desarrolle un cacharro de este tipo o que lo blinde con patentes y demás triquiñuelas legales. Porque entonces, si las gafas tienen éxito y son realmente útiles (nunca mejor dicho), veremos cómo esta multinacional, además de controlar casi al cien por cien nuestras búsquedas en Internet, pasará a controlar también nuestras búsquedas en el mundo real, incluso la manera que tenemos de relacionarnos con el entorno, con las personas que nos rodean. Y eso da un poco de yuyu.