Nunca pierde el rastro de una fiera
La noruega Inger Holter aparece muerta en una playa de Sidney, y la policía australiana es incapaz de encontrar a su asesino. Para colaborar en la investigación, la policía de Oslo envía a su agente de homicidios Harry Hole para colaborar en las investigaciones. Nada más llegar, y acompañado de Andrew Kensington, un singular policía aborigen, pone a la luz que la muerta fue atacada por un asesino, como una más de las víctimas de un violador y asesino en serie.Las pesquisas llevan a Hole por buena parte de la vastísima geografía australiana, donde nos encontraremos con múltiples gentes y formas de vivir en un país donde se ha presumido de liberalidad y de buena acogida al extranjero. De esta forma, el autor nos va conduciendo por el permisivo espacio homosexual del Sidney de finales de los años noventa, los reductos hippies, que perduran mucho más allá en el tiempo que los de sus hermanos norteamericanos; las tensiones con la población aborigen, que ya vimos en la reciente reseña de La vieja escuela, de Pamela Newton, y una actitud bastante racista y xenófoba por parte de un significativo porcentaje de la población blanca de origen anglosajón. Y todo esto con el tráfico de drogas como elemento activador de una tragedia aparentemente insoluble.el más “americano” de los escandinavosComo en el resto de sus historias, el investigador Harry Hole se lanza de hoz y coz en la persecución del asesino, con su singular estilo, con su singular mezcla de vehemencia y de racional lógica que le caracteriza. Nos volvemos a encontrar con las extremas relaciones que mantiene con la bebida, y su capacidad de ser seducido por mujeres hermosas, pero eso sí, en ningún momento perderá el rastro de una fiera, que se defenderá dejando un sangriento rastro de víctimas con tal de no ser atrapada.Primera entrega de la aclamada serie de este excesivo investigador, del que se han publicado otras grandes entregas de sus aventuras, en el que nos da cuenta de su estilo vibrante, de una acción infatigable, y que dota al relato de una mirada detallada e inmisiricorde con muy variadas realidades sociales y personales. Todo esto logra un estilo muy personal, que hace que su autor resulte para muchos lectores el más “americano” de los escritores de thrillers escandinavos.Y si además de un vibrante y poderoso thriller, nos habla de un país del que teníamos imágenes muy vagas y estereotípicas, pues es algo de agradecer, ya que no es un escenario de investigación del que hayamos tenido mucha noticia, y sobre todo es de destacar lo que nos cuenta de la cultura aborigen australiana, de la que se nos habla de sus mitos, de una forma nada rancia ni académica, y de la imbricación de los mismos en el espíritu de una sociedad en la que todavía late un cierto espíritu de la frontera. En resultas, una estupenda novela, que inicia una de las series más famosas de los últimos años.Random House, 2015Compra en Casa del LibroJosé María Sánchez PardoRevista Cultura y Ocio
La cultura aborigen australiana: mitos y espíritu de frontera