Revista España
La Casa de los Tiros, otrora palacio renacentista y hoy museo, organiza sus fondos de manera temática y rotativa, huyendo de la etiqueta y el eje cronológico.
Con salas dedicadas al orientalismo o la mujer de siglo XIX, encierra tesoros como la primera hemeroteca de Granada o la más antigua figura de La Tarasca que se conserva en la ciudad.
La Casa de los Tiros recibe su nombre por los arcabuces que lucen en su fachada. Su primer dueño y constructor, Gil Vázquez Rengifo, pertenecía a una familia de la baja nobleza de Ávila que hizo la Guerra de Granada para ganar en honra y tierras.
El palacio, sito en el histórico barrio del Realejo, es hoy un museo dependiente de la Junta de Andalucía pero que, a falta de competencia, hace de museo no oficial de la ciudad de Granada.
Recoge desde la histórica cerámica de Fajalauza hasta los diccionarios Gitano-español del XIX, pasando por la Tarasca más antigua que se conserva y el dragón domesticado por Santa Marta que una vez al año recorre las calles de la ciudad nazarí.