La mole Antonelliana de Turín constituye un simbolo de la ciudad y es una visita obligada para cualquiera que viaje a esta ciudad italiana. Pero si el visitante es aficionado al cine esta visita se convierte en ineludible ya que la Torre es, desde el año 2000, la sede del Museo Nacional del Cine.
La Mole Antonelliana es un extraordinario monumento concebido inicialmente como sinagoga. Su construcción se inició en 1863 por el arquitecto Alejandro Antonelli y fue adquirido quince años después por la ciudad para convertirlo en un monumento a la Unidad nacional. Se finalizó en 1889. Tiene una altura de 167,5 metros y es la construcción en ladrillo más alta de Europa. En 1961, al cumplirse los cien años de la unificación italiana, se instaló un ascensor que, tras su renovación en 1999, asciende en 1 minuto hasta la terraza panorámica, situada a 85 m. de altura, desde la que se puede disfrutar de una vista extraordinaria de la ciudad y en dias claros la zona anterior a los cercanos Alpes. En dias festivos, la afluencia de visitantes es enorme y la capacidad del ascensor limitada, con lo que se forman colas impresionantes, pero en dias laborables es posible acceder en pocos minutos.
El museo, diseñado por François Confino, se desarrolla verticalmente en varios niveles.
El primero de ellos se dedica a la arqueología del cine, donde se muestran varios de los descubrimientos, espectáculos y experimentos que precedieron y acompañaron las invenciones de Edison y los Hermanos Lumière: el teatro de sombras, la cámara oscura, las cajas óptica, los estereoscopios, linterna mágica, etc hasta llegar al cinematógrafo. Numerosos objetos e ingenios están allí expuestos. Aunque es un apartado interesante, no aporta gran cosa a los que hemos visitado la exposición sobre Méliès que os recomendaba hace unos días.
El segundo nivel es el espectacular corazón del museo, el Temple Hall, rodeado por una gran area de exhibición dedicada a los grandes géneros y temas de la historia del cine, animación, western, musical, ciencia ficción, melodramas, etc. Y con dos areas dedicadas a las obras maestras del cine mudo italiano, Cabiria de Giovanni Pastrone y Turín, Ciudad del cine.
Los visitantes podemos tumbarnos en las "chaise longues y disfrutar de tres películas proyectadas en pantallas gigantes. Se trata de una selección de imágenes del cine mudo en Turín y dos selecciones llevadas a cabo por Gianni Amelio de las mejores secuencias de baile de la historia del cine italiano, una en color y la otra en blanco y negro.
El siguiente nivel está dedicado a las diferentes fases de la industria del cine, los estudios, la dirección, el guión, los actores, vestuario, decorados, etc. Una serie de documentos, decorados, y secuencias ilustran la visita, mientras una filmación nos introduce en los secretos del rodaje y desarrollo de una película. La planta termina con un breve recorrido interactivo sobre la evolución de los efectos especiales, desde Méliès hasta la tecnología digital.
La galería de Posters, en el siguiente nivel, nos permite recordar infinidad de títulos y directores así como apreciar la evolución artística de la publicidad.
Una serie de fotografías nos recuerda a grandes actores de todas las épocas
Por último, una rampa helicoidal que es el escenario de las exhibiciones temporales, a la vez que permite una visión espectacular del Temple Hall, y que termina en un área dedicada al cine y la televisión donde se aprecian los cambios en el consumo familiar de imágenes a lo largo de los años así como la evolución de los receptores. Un área que invita a reflexionar sobre el futuro de la televisión
Espero que hayáis disfrutado de la visita.
Buenos días y buena suerte