Hace unos días me desperté con la alucinante noticia de que una madre había sido expulsada del Museo Picasso de Málaga por dar el pecho a su hijo de 13 meses.
Mientras visitaban el museo el niño pidió ser amamantado, por lo que su madre buscó un banco y se sentó con él para darle el pecho. En seguida vino una vigilante de seguridad a decirle que ESO no podía hacerlo allí y que tenía que ir a la cafetería (como si ESO fuera algo obsceno o denigrante).
Esta madre se sintió muy poco respetada y muy incomprendida. Puedes leer su historia aquí en la web de Lactancia en Libertad.
Debido a lo incómodo de la situación, la madre decidió presentar una carta de reclamación dirigida al director del Museo José Lebrero Stäls.
En 2014 ocurrió un caso parecido en el IVAM de Valencia y el tema se resolvió muy favorablemente ya que el director en persona se disculpó con la madre y prometió que algo así no volvería ocurrir en sus instalaciones.
Imagino que la madre afectada, después de ver cómo se resolvió un caso similar en el IVAM y de conocer que en los museos más prestigiosos de Europa está totalmente permitido amamantar (por ejemplo en el National Gallery de Londres, que incluso lo ha puesto por escrito en sus normas de funcionamiento) pensó que recibiría una carta de disculpa, pero no…lo que recibió fue una reafirmación del absurdo porque en el Museo Picasso de Málaga no está permitido amamantar.
Parece que el director del Museo desconoce que en España se debe cumplir la Convención sobre Derechos del Niño de UNICEF :
Art. 24.2 Los Estados Partes asegurarán la plena aplicación de este derecho y, en particular, adoptarán las medidas apropiadas para: e) Asegurar que todos los sectores de la sociedad, y en particular los padres y los niños, conozcan los principios básicos de la salud y la nutrición de los niños, las ventajas de la lactancia materna, la higiene y el saneamiento ambiental y las medidas de prevención de accidentes, tengan acceso a la educación pertinente y reciban apoyo en la aplicación de esos conocimientos.
Lo triste de esto es que esta situación se repite cada cierto tiempo y mujeres que están dando el pecho a sus hijos ven vulnerados sus derechos y sufren incómodas situaciones donde son expulsadas como si la lactancia materna fuera algo sucio que debe esconderse.
No es de extrañar que el 43% de las mujeres lactantes digan tener dificultades para dar el pecho en público (según los datos obtenidos en la Encuesta Nacional sobre Hábitos de Lactancia Materna). ¿Cómo no van a tener dificultades si lo único que reciben es incomprensión y discriminación?
No creo que al propio Picasso le pareciera bien lo que está sucediendo en el museo que lleva su nombre: