Revista Cultura y Ocio

El niño pájaro, Juan Manuel Peñate Rodríguez

Publicado el 07 agosto 2016 por Jazmín Romero @jaz_de_ro
El niño pájaro, Juan Manuel Peñate RodríguezTítulo: El niño pájaro
Autor: Juan Manuel Peñate Rodríguez
Editorial: Círculo rojo
Año publicación: 2016
Género: Cuentos.  
Sinopsis: En "La última lectura" los integrantes de una hermandad secreta se reúnen una vez más en el acostumbrado punto de encuentro, ignorantes de lo que la noche les depara; el "Club Paradise" es un sitio especial al que no se puede ingresar si no es por invitación directa de alguien de dentro, sin embargo, lo insólito no radica en su emplazamiento, de por sí inconfesable, sino en los miembros que lo conforman; en una época de oscuridad y misterios, en mitad de un sangriento barrizal cubierto por centenares de cadáveres, una enigmática mujer de la que apenas se sabe da a luz un extraño bebé que no llora, aquel destinado a sacudir los cimientos de una era, aquel por cuya leyenda será recordado como "El niño pájaro"; en "¡Feliz no cumpleaños!" nos reencontraremos con personajes archiconocidos, aunque más allá de ese mundo onírico, tras las sombras, ¿hasta qué punto los conocemos?; en "La gasolinera" una imprevista parada en el camino supondrá para alguien un soplo de aire fresco, pero también un antes y un después en la manera de contemplar su viaje interminable.

Del autor de "Al otro lado del cristal", nos llega su esperada segunda antología, nuevos e inolvidables relatos donde los amantes del suspense, la ciencia-ficción, la fantasía o el terror volverán a estar de enhorabuena.
Pueden encontrarlo en: este enlace
Opinión personal: Feliz agosto, lectores. Y perdón por la larga ausencia, pero no quería publicar nada antes de terminar con mi lectura actual. Estoy muy contenta de traer esta reseña, la segunda de este autor. Agradezco mucho a Juan Manuel Peñate Rodriguez por volver a este antro de perdición por una opinión sobre su obra. He disfrutado muchísimo este libro, va a mis favoritos desde ya. La calidad de la escritura, así como la originalidad del enfoque en cada personaje lo hacen más que recomendable. Como en Al otro lado del cristal, voy a dar mi opinión sobre cada cuento de forma separada. Aquí voy:

La última lectura

El libro tiene un inicio escalofriante. Revisando mis anotaciones del anterior, veo que es una sensación parecida a la que me dejó el primer cuento del otro. Una coincidencia que a lo mejor no significa nada, pero me agrada cuando los personajes me obligan, como lectora, a salir de mis emociones habituales. A destacar: las descripciones, sin ser cansadoras, sin caer en tópicos, ilustran muy bien el paisaje oscuro de este orfanato.
Al principio, es muy triste la historia de Hermes. Entonces, la trama toma un vuelco inesperado y se vuelve fantástico y escalofriante. Agradecí el cambio de ambiente, las cosas se vieron desde otra perspectiva. La moneda y su significado, algo para tomar nota.

Club Paradise

Este fue mi cuento favorito de todo el libro. Mike me cayó simpático desde el comienzo, pero el señor Wilson fue mi favorito. Esa clase de personajes raros me encantan. 
La parte de Tod Shannon me dejó un poco desorientada al principio, luego me quedé boquiabierta. Sentí esa misma furia, aunque no dejé de esperar que fuese un malentendido. Y entonces, con Shelly, otro giro vuelve a cambiar las cosas. Shelly me dio escalofríos, aunque lo mejor viene después. Me gusta mucho la teoría del autor sobre la vida después de la vidaLa música de Club Paradise fue un acierto. La aparición del médico del cuento del libro anterior en el club me hizo gracia. Ojalá encuentre un Club Paradise cuando me llegue el momento sin spoilear, lo digo.

El niño pájaro

La historia que da nombre al libro, además de la más extensa. En un principio sentí que la oscuridad del entorno del pobre Kobe era asfixiante. Luego, la historia me atrapó. No podía dejar de leer.
Lo cierto es que Kobe me dio mucha ternura. Shota y Kaori no fueron de mi agrado, en cambio, Neji y Fun me cayeron mucho mejor. 
Dakuan, el vagabundo, con su gatito Chi, me sorprendió. La diferencia con el maestro Satoru fue abismal, a pesar de las características de uno y otro, es obvio quién puede enseñarle más a los tres niños. Algo muy rescatable de este cuento es el hecho de tomar a los personajes que suelen ser olvidados o tomados como estereotipos de todo lo indeseable, cuando en la realidad suele ser todo lo contrario. Se agradece ver realismo y profundidad en cada uno de ellos.
La historia de Bato y Sem es impresionante, no apta para sensibles. Igual, ya estaba advertida desde el libro anterior con esto. Así y todo, la relación entre ellos me inspiró mucha simpatía. 
El general Takeshi me pareció desagradable, pero a partir de cierto momento en la historia lo odié. Los habitantes de ese pueblo rural no son santos, pero todos son perjudicados por la llegada de este personaje de una forma o de otra. Comparado con él, el pequeño Sem es un ángel. Un ángel vengador. 
Luego, a partir del cambio de ambiente, Daichi y Momo me encantaron. Ellos fueron los compañeros perfectos de esta aventura. La humanidad y la inhumanidad están puestas en permanente contraste en este cuento. Algunos humanos eran peores que estos pequeños demonios. Fue una historia cruda, pero emocionante. Me gustó muchísimo el final con los tres niños. Creo que vale la pena la extensión, además del título para el libro. 

¡Feliz no cumpleaños!

Aquí encontré una brisa de aire fresco. Me reí mucho con la aparición del Sombrerero loco, el Lirón y la Liebre de Marzo. Disfruté con cada chiste, cada acción sin sentido me hizo reír. Mientras iba leyendo la primera parte pensé "este tipo de historias me hacen el día". 
Luego, con la segunda aparición del trío en el jardín, todo cobró un nuevo sentido y se hizo espeluznante. El final, con la pregunta del Sombrerero, me dejó los pelos de punta. 

La gasolinera


La idea del Big Rip, como el antagonista del Big Bang, se me hizo muy interesante. Otra vez, cambió el ambiente y me vi transportada a un entorno totalmente distinto al del cuento anterior. En este caso, se trata de un relato breve de tipo futurista, con toques de ciencia ficción y romance. Eli y Kronos (un humano y su keplard, respectivamente) viajan a bordo de una nave de competición, una especie de auto de carreras espacial. La Gran Carrera Universal con la leyenda de que se devolverá al ganador su planeta nativo me dieron mucha curiosidad. Además, en una frase, la mención del nombre del otro libro me hizo saltar del asiento. La referencia a cierto objeto del primer cuento me hizo pensar en que Eli podría ser un descendiente, o que algo más que la simple coincidencia habría llevado el objeto hasta ese momento. Y el nuevo significado, lleno de esperanza, me sacó una sonrisa. Terminé el libro más que contenta.

En conclusión, El niño pájaro es un conjunto de historias que vale la pena conocer. Los distintos mundos a los que nos invitan sus personajes no dejarán a ningún lector indiferente. 

Calificación: 
Apto para: Fans de las leyendas orientales, o de la ciencia ficción, o del humor ácido. Hay mucha variedad. Léanlo todos y listo. No apto para: Lectores muy sensibles (como en el libro anterior del autor, creo que sería el caso de lectores muy jóvenes, aunque se lo recomendaría a todos por igual). Dulzura: Sem y Milo, en El niño pájaro. Eli y Kronos, en La gasolinera.Acción: Todo en el cuento "El niño pájaro" es acción. Sangre: En "El niño pájaro" hay suficiente, aunque se ve un poco en "La última lectura" también.Sexo: Hay algunas escenas explícitas, repartidas en casi todos los relatos.(Aviso: No pongo más puntaje en números. Si lo terminé de leer es porque lo disfruté. Los que no termine irán en otra sección.)

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