Revista Arte

El niño y el mundo: nuestra sociedad vista por un niño

Por Androsmalv
El niño y el mundo: nuestra sociedad vista por un niño
"La única costumbre que hay que enseñar a los niños es que no se sometan a costumbres "                                                                                                                                  Jean-Jacques Rousseau

Qué mejor forma de narrar nuestra realidad, que a través de la metáfora y el dibujo infantil, porque eso es O menino eo Mundo (El niño y el mundo) de Ale Abreu, animador y guionista brasileño que con su estilo a ilustración infantil de trazos sencillos pero coloridos y sus concisos pero poéticos guiones se ha ganado no solo la atención de la crítica internacional, sino de los festivales y de cierto público, que ve en este tipo de cine la mejor reflexión sobre nuestra actualidad. Para Abreu, este es su segundo largometraje, pero también el más premiado y exitoso, compitiendo por los Oscar a mejor animación en 2015. El trabajo de Abreu se debate entre la artesanía, la independencia, lo político y el lirismo, que sólo la animación permite, y que, gracias a ésto, la estilizada  figura geométrica de un niño, es la referencia a una latinoamérica que estudia a su propio destino e historia reciente, porque ese es otro de los grandes aciertos de Abreu que reconoce que la búsqueda del padre, en cierto modo la base de esta historia, es la búsqueda de la patria, algo común en la narrativa latinoamericana. El guión del brasileño es un viaje de autodescubrimiento, que transita entre la desigualdad, la automatización y problemáticas de nuestra sociedad, como de la esperanza y mejora de un mundo, que visto a través de la óptica de la inocencia, es aún posible.El niño y el mundo: nuestra sociedad vista por un niño

Aunque es un trabajo que se puede considerar artesanal, también es uno en el que la mixtura de técnicas como el acercamiento al dibujo infantil se hace notorio tanto en los fondos comos en los diseños de los personajes; Abreu hace énfasis en el color, en las expresiones del niño y en los detalles, que tienen tanto de emotivo como de narrativo, porque el director más que enfatizarse en un tipo de historia, lo hace desde esa lógica infantil, en la que todo es nuevo y lleno de preguntas, que al final de cuentas, debería seguir siendo nuestra naturaleza. Como en todo buen ejercicio gráfico, el cineasta, animador e ilustrador brasileño nos confronta desde la retórica, podemos ver cómo se va saturando el cuadro, los colores, la repetición y la forma, es decir, ese traslado del campo a la ciudad, abarrota visualmente, aunque sin caer en la contaminación, porque lo que no se expresa con palabras, casi que estamos ante una película muda, se hace con la imagen. Los sonidos del silencio
Si bien es cierto que la película tiene algunos diálogos, su soporte sonoro está en lo musical, un cuidado paisaje sonoro y ese carácter "mudo" que tanto se le agradece a la animación. En este caso Abreu se une a Ruben Feffer y Gustavo Kurlatt para las piezas musicales, entre lo orquestal, algún sonido propio del Brasil y cierta nostalgia, que empapa la mayor parte de la obra. Cabe destacar el trabajo sonoro, en el que más que sonidos reales se aproximan a lo que un niño llega a escuchar, sonidos que como los dibujos de Abreu, entre la artesanía y la perspectiva infantil, nos dice mucho más de nosotros como sociedad.El niño y el mundo: nuestra sociedad vista por un niñoUno de esos grandes trabajos de animación que salen de esta parte del mundo, que tanto en técnica como en historia, sobresalen, principalmente su trabajo de color y su metáfora sobre la sociedad contemporánea. El inteligente relato de Abreu, con connotaciones filosóficas, no sólo es el retrato de una Latinoamerica abandonada, sino de una encaprichada por su debacle; el niño, como observador silencioso, puro pero racional busca cambiar dicho destino, y es en este punto donde Abreu se hace un gran retratista de nuestra realidad, mecánica y solitaria.Zoom in: Nominada a los Oscar a mejor animación, y varios premios internacionales, principalmente el Cristal del Festival de animación Annecy, el Monstra en Lisboa y varios más.Montaje Paralelo: La tortuga roja (2016) - animación infantil - Latinoamérica




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