Revista Baloncesto

El nuevo convenio colectivo, el "one-and-done" y Daniel Orton

Publicado el 09 febrero 2011 por Paupelu
Como es sabido por todos, patronal y sindicato de jugadores negocian a lo largo de esta temporada NBA la firma un nuevo convenio colectivo. En los tiempos de crisis que corren la principal reclamación por parte de los propietarios es la de disminuir los salarios de los jugadores. Hoy día son pocas las franquicias que no sufran pérdidas al final de cada curso, hecho que ellos mismos han podido alimentar con la firma de contratos sobrevalorados a determinados jugadores, como los casos de Amir Johnson o Wesley Matthews. Otro de los frentes abiertos por parte de los jugadores es la eliminación de la restricción de edad para el ingreso en la NBA (hoy día 19 años cumplidos para el primer partido de temporada), algo a lo que incluso la NBA ha hecho referencia en términos opuestos, es decir, ampliar dicha edad.
El debate surge de manera paralela en la NCAA, liga que ejerce de granero de jugadores para la NBA, en la que se sufre la cada vez mayor fuga de talentos rumbo al profesionalismo. Un vistazo al último Draft nos desvela que hasta tres jugadores fueron seleccionados tras su año freshman en las cinco primeras posiciones (Wall, Favors y Cousins) y que, sin embargo, el equipo que se proclamó campeón, Duke, contaba entre sus jugadores más destacados con dos seniors (Zoubek y Scheyer) y dos juniors (Smith y Singler) que además decidieron continuar un año más en el equipo y aspiran a repetir título. 
Para esta temporada la situación parece ser similar: Kyrie Irving (Duke), Jared Sullinger (Ohio State), Perry Jones (Baylor) o Terrence Jones (Kentucky) suenan para ocupar las primeras posiciones del Draft tras efectuar el famoso "one-and-done" ("uno y hecho") y con muchas carencias que pulir. El año pasado John Calipari se jactaba públicamente del orgullo que para un entrenador como él suponía que cinco de tus jugadores salieran elegidos en primera ronda del Draft, cuatro de ellos tras su temporada Freshman. De esta manera el polémico entrenador actuaba como reclutador una vez más, pues hacía un llamamiento claro a los jugadores en edad de instituto: "si vienes conmigo, en un año estás en NBA", algo que al parecer han entendido bien Terrence Jones o Brandon Knight. Eso sí, con ese sistema nadie le asegura a ninguno de estos jugadores un título (los Wildcats cayeron el año pasado en Finales Regionales frente a West Virginia).
Uno de los jugadores que la temporada pasada decidió dar el salto prepaturamente tras jugar para Calipari fue Daniel Orton. El pívot natural de Oklahoma City (de enorme parecido físico con Russell Westbrook, al menos a mi parecer) recibió los cantos de sirena desde la NBA en forma de elección como Lottery Pick (14 primeras elecciones), por lo que el chaval lo vio claro. Orton, que fue un reclutamiento de Billy Gillespie, anterior entrenador de Kentucky, dudó seriamente si mantener su palabra a los Wildcats tras la llegada de John Calipari y, de su mano, el mejor pívot en edad de instituto del país, DeMarcus Cousins. Orton supondría que su importancia en el equipo disminuiría y quedaría relegado a la posición de pívot suplente, como efectivamente sucedió, pero finalmente decidió mantener su palabra a la Universidad. Sus promedios esa temporada fueron de 3'4 puntos, 3'3 rebotes y 1'4 tapones en 13 minutos de media. El jugador se perdió su último año de instituto por una lesión de rodilla, lesión que no fue curada debidamente y que hoy día le mantiene alejado de las canchas (dos partidos en Liga de Desarrollo) tras haber sido seleccionado por los Magic en la posición número 29 del Draft, muy lejos de las posiciones de lotería que él mismo preveía. Parece que su elección de saltar a la NBA de momento no le ha salido todo lo bien que debiera-
¿Debe mantenerse, o incluso ampliarse, la edad mínima para jugar en NBA y de esa manera proteger la calidad del baloncesto e incluso de la propia liga? ¿O, por el contrario, no debe ponerse límites a jugadores que en su mayoría pertenecen a familias con pocos recursos económicos? Personalmente, soy más partidario de la primera opción que la segunda. Casos como el de Daniel Orton demuestran que la mayoría de jugadores no están preparados para las exigencias del profesionalismo y se pierden grandes proyectos de jugadores. Otros, como Derrick Rose, Tyreke Evans o John Wall, reclutamientos de Calipari también, ya en su primer año en la Universidad demuestran que están listos para el salto. También, sin embargo, se está cayendo peligrosamente en que se produzcan casos como el de Jeremy Tyler. Los jugadores lo tienen claro. Y Daniel Orton también lo tuvo en su momento. El jugador, cuya madre falleció durante su año senior en el instituto a causa de lupus, lo tuvo claro cuando le preguntaron si se decidía a dar el salto a profesionales: "In the world, there's only one color that matters, and that's green. More than anything, it's money"("En el mundo, sólo hay un color que importa, y es el verde. Más que nada, es dinero").

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