Revista Televisión
Ayer se estrenaba el nuevo CQC en Cuatro, después de comer, y como estaba de puente y además hacían el tenis en La 2 no pude verlo en directo, así que he echado mano de Play Cuatro para verlo, que esta realmente bien y es muy cómodo.
Bueno, no creo que vaya ha decir nada que no se haya dicho. Este CQC no es el que nos gustaría, pero hay que conformarse, porque tiene la suficiente base para las sobremesas de los domingos. Hay que aclarar que “suficiente base” para la sobremesa de los domingos puede ser casi encefalograma plano, pero bien.
No es que este CQC sea de nota, pero raspa el suficiente como para hacer el esfuerzo de ponerlo a la hora de hacer la siesta, lo peor que puede pasar es que (por error) hagan algún chiste bueno y te rías. Por que como siempre el gran problema de este programa es el guión, que es tan irregular como sus colaboradores, que sobran mas de uno.
Lo que mas me llamo la atención es que Miguel Martín ya no es tan gracioso como en la etapa anterior, y no se si se debe a los guionistas o es que ha perdido la gracia. La sección esa de poner a trabajar a un famoso es una tontería, sobretodo si se nota tanto que todo es tan falso. Estibaliz Gabilondo no estuvo mal, pero no sacó nada nuevo ni sorprendente en sus intervenciones. Lo que mas me gusto fue Nacho García tocándole las narices a Anglada, y los números que hicieron del juez Garzón. Ana Milán me sigue encantando, igual que Tania Sarria, que creo que ha hecho una buena presentación a nivel nacional. Quizás la peor parte se la lleva Silvia Abril, que no entendí muy bien su papel en el trío principal.
Sobran Raúl Gómez, que aunque parece tener cierta gracia, no es para esto y los muchísimos chistes malos que hicieron cuando estaban en plató.
Resumiendo, que el programa se ha estrenado bien de momento, pero ya que eso ha sucedido podrían aprovechar e intentar hacerlo bien (guión, guión, guión). Un poco mas de caña y mucho mas ritmo, que la cosa fue ganando en aburrimiento hacia el final.
Bueno, no creo que vaya ha decir nada que no se haya dicho. Este CQC no es el que nos gustaría, pero hay que conformarse, porque tiene la suficiente base para las sobremesas de los domingos. Hay que aclarar que “suficiente base” para la sobremesa de los domingos puede ser casi encefalograma plano, pero bien.
No es que este CQC sea de nota, pero raspa el suficiente como para hacer el esfuerzo de ponerlo a la hora de hacer la siesta, lo peor que puede pasar es que (por error) hagan algún chiste bueno y te rías. Por que como siempre el gran problema de este programa es el guión, que es tan irregular como sus colaboradores, que sobran mas de uno.
Lo que mas me llamo la atención es que Miguel Martín ya no es tan gracioso como en la etapa anterior, y no se si se debe a los guionistas o es que ha perdido la gracia. La sección esa de poner a trabajar a un famoso es una tontería, sobretodo si se nota tanto que todo es tan falso. Estibaliz Gabilondo no estuvo mal, pero no sacó nada nuevo ni sorprendente en sus intervenciones. Lo que mas me gusto fue Nacho García tocándole las narices a Anglada, y los números que hicieron del juez Garzón. Ana Milán me sigue encantando, igual que Tania Sarria, que creo que ha hecho una buena presentación a nivel nacional. Quizás la peor parte se la lleva Silvia Abril, que no entendí muy bien su papel en el trío principal.
Sobran Raúl Gómez, que aunque parece tener cierta gracia, no es para esto y los muchísimos chistes malos que hicieron cuando estaban en plató.
Resumiendo, que el programa se ha estrenado bien de momento, pero ya que eso ha sucedido podrían aprovechar e intentar hacerlo bien (guión, guión, guión). Un poco mas de caña y mucho mas ritmo, que la cosa fue ganando en aburrimiento hacia el final.