Nota eliminada de El Nuevo Herald
Norelys Morales Aguilera.-- La única verdad publicada por El Nuevo Herald sobre Berta Soler, o sea, la corrupción del supuesto movimiento que organizó la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA), hoy embajada, ha sido eliminada de su página web.Tampoco se halla en"Wayback machine", la base de datos que contiene réplicas de una gran cantidad de páginas de Internet. Obviamente, al ser borrada, no está en caché del buscador Google, que por cierto, tiene un nuevo algoritmo diseñado para que usted no pueda leer ciertos asuntos.
Lo cierto y a la vista, es que las denuncias publicadas por sitios proscritos por ser solidarios con Cuba, quedaron confirmadas desde la cueva miamense de los ultra "cubanoamericanos" en Estados Unidos.
Soler con sus patrocinadores, que acosan en Miami
Cubainformación había dado cuenta en varios trabajos de los métodos y corruptelas de Soler en su grupúsculo, con pruebas y testimonios incontestables, a los cuales la dictadura mediática internacional, ejecutora de los laboratorios mediáticos del capital transnacional, había aplicado la técnica del silenciamiento o el del descrédito. [Ver en Cubainformación]Pero, cuando fue El Nuevo Herald de Miami el medio que publica las acusaciones de corrupción a la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, se armó el corre corre. Desaparecieron la nota, aunque el hecho no es suficiente para ocultar la verdad.
El Herald titulaba: “Auditoría interna revela que Berta Soler ha estafado a las Damas de Blanco” (url de la página eliminada http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article25966832.htm) . Dicha “auditoría interna” ha revelado numerosos desfalcos de Berta Soler: 37 mil dólares con los que compró una casa en Alamar, en Habana del Este; 85 mil con los que pagó una residencia en Santos Suárez, también en La Habana; 40 mil para la compra del auto de su esposo Ángel Moya; 17 mil para adquirir en Panamá artículos de lujo; y hasta 37 mil más para otros fines.
A pesar de que tapar el escándalo ya es imposible, no es descartable, como señala Cubainformación, que el Gobierno de EE.UU. haya decidido acometer una operación de limpieza de imagen a sus Damas, aunque en cualquier circunstancia, las van a seguir empleando. La lucha contra la corrupción de otros en Washington, ya aparece como herramienta de oscuros planes, y no para sus empleados.
En cambio, y creo lo más obvio en este momento, es que en el ambiente de acoso y terror político que se verifica en la zona política de Miami, debe haberlo tenido que pagar El Herald, y su empleada Nora Gámez, que como tiene orden de carta abierta para las señoras de blanco por el verde, se pasó de la raya.
Un ejemplo reciente es bien ilustrativo de la "democracia del gueto" y de cómo actúan. Fue contra el empresario Marcelo Claure, quien subió una foto del líder revolucionario Ernesto "Che" Guevara, junto a otras, a su cuenta de Twitter @marceloclaure, que tomó en su recorridos habanero, después de firmar un acuerdo de ruoming para su empresa en la Isla.
Los acosadores, que se hacen llamar "comunidad" estuvieron encabezados por los congresistas ultras Ileana Ros-Lehetinen y Carlos Curbelo, además del concejal del condado de Miami-Dade Xavier Suárez, obligaron a Claure a retirar la foto del Che y disculparse. Especialmente Ros-Lehetinen, fiel a su ADN, lo atacó fuertemente en su Twitter. Verdad, también, que a un capitalista si le amenazan de tocar el bolsillo, hace cualquier cosa.
Ni El Nuevo Herald, ni la señora Gamez tienen potestad para ir contra los que dictan la línea editorial, de mentiras, manipulaciones y ataques hacia Cuba, entre otras tropelías anti periodísticas.
A Soler, que en frase lapidaria dijese que "La Cuba de Batista fue una “joya de oro”, no se le va a quitar la careta en Miami. Faltara más.
Aquí puede descargar la nota eliminada por El Nuevo Herald.