No habrá Photoshop CS7. Así lo ha confirmado Adobe hace unas horas. La empresa planea lanzar una nueva suite en la que se incluyan sus herramientas más conocidas (Photoshop, Dreamweaver, Illustrator…), en lo que se llamará Adobe CC.
Esta decisión implica muchos cambios, pero sin duda la más llamativa es que los programas dejaran de ser instalables para convertirse en aplicaciones web sincronizadas a través de la nube con una suscripción mensual.
En la práctica, esto se traduce en una serie de ventajas e inconvenientes que trataremos más adelante, pero que en definitiva abre un nuevo camino para las herramientas software y probablemente un nuevo modelo de negocio.
Los peligros de la nube.
Richard Stallman, el conocido fundador del Software Libre, ya avisaba de lo que significa una dependencia cada vez mayor de la nube.
Al pagar por una copia de software, en realidad lo que estamos haciendo no es comprar dicho software, sino alquilando el derecho a usarlo.
Con este nuevo modelo, este cambio se vuelve más obvio.
El alquiler por el derecho a usar el software se vuelve más controlado, obligando al usuario a pagar las mensualidades que necesite, pasando de pagar este alquiler una única vez a pagar por el plazo de tiempo finito que necesite.
Además, la cada vez mayor dependencia de la nube implica un problema de seguridad y privacidad, ya que los archivos no están en tu orenador personal, sino en servidores a miles de kilómetros, siendo propiedad de terceros.
Ventajas e inconvenientes.
Como todos los cambios, este giro en la política de Adobe tiene ventajas e inconvenientes.
La principal ventaja es una mayor despreocupación y comodidad para el usuario, que podría acceder a su suite de programas desde cualquier terminal.
Como desventaja, tenemos la ya comentada necesidad de pagar por una suscripción obligatoria mientras queramos usar el programa. Esto quizás no es una desventaja muy obvia, puesto que los usuarios de estos programas seguirán utilizándolos, y quizás a un precio menor.
Pero supone un problema para aquellos usuarios que solo necesitan el programa para abrir un formato de archivos, obligando al usuario a “pasar por el aro”.
Otra desventaja es la necesidad de estar permanentemente conectado a internet. Lo que en teoría es habitual, se vuelve algo molesto en algunas ocasiones, y tener la conexión más cara de Europa no ayuda.
En el futuro, todo apunta a que las empresas apostarán cada vez más fuerte por el servicio en la nube, lo que además les permite controlar con mayor eficacia la distribución no autorizada.
¿Es el principio del fin de las licencias de software? ¿Se presenta una nueva oportunidad para el Software Libre?
Fuente: Genbeta