Revista Cultura y Ocio

El obsceno pájaro de la noche, por José Donoso

Publicado el 24 agosto 2014 por David Pérez Vega @DavidPerezVeg
El obsceno pájaro de la noche, por José Donoso Editorial Seix Barral. 543 páginas. 1ª edición de 1970, ésta de 1974.
Cuando el verano pasado leí la novela Casa de campo de José Donoso (Santiago de Chile, 1924-1996), ya comenté aquí que también había comprado ese mismo día, en la librería de segunda mano Tikva Books, El obsceno pájaro de la noche. Tras haber consultado iberlibro, sabía que en Madrid había una librería que ofrecía la primera edición a 20 €; y cuando fui a Tikva estuve a punto de comprar sólo el de Casa de campo, con la intención de visitar la otra librería, en la que nunca había estado, y ver si podía hacerme con la primera edición de El obsceno pájaro de la noche (algo que no puede ser muy difícil porque el lanzamiento del libro en 1970 fue fuerte y se imprimieron 15.000 ejemplares). Pero estaba allí en Tikva Books, con el libro de Seix Barral de El obsceno pájaro de la noche en su formato original, aunque en su página seis se me informara de que era la cuarta edición de 1974 y no la primera de 1970. El libro estaba bastante nuevo y costaba tan sólo 9 €. Lo compré, decidí que no me convenía obsesionarse como estos detalles de las ediciones. Si llego a una librería de segunda mano y encuentro por 5 € una primera edición de, por ejemplo, 1970, de un libro cuya edición actual cuesta 18; pues por qué no comprarlo si está en buen estado de conservación. Pero si la edición actual cuesta esos 18 € y la primera la venden para coleccionistas por 60, por ejemplo, ya me resulta insensato meterme en esas consideraciones, porque sé que a mí lo del coleccionismo se me acaba por ir de las manos.
Unas semanas después de la compra tuve que decidir si me llevaba para leer en las vacaciones que pasé en Dinamarca Casa de Campo o El obsceno pájaro de la noche. Mi novia había leído la segunda novela en sus años de facultad y no tenía un buen recuerdo de ella, le parecía demasiado surrealista. Así que al final, pensando que después de las caminatas turísticas por las ciudades, tal vez por las noches en el hotel, no estuviera lo suficientemente despejado como para leer una novela con una trama demasiado compleja, decidí llevarme Casa de campo. Ahora que he leído ya los dos libros considero que acerté: me gustó la lectura de Casa de campo en Dinamarca, e imagino que  con la de El obsceno pájaro de la noche me hubiera desorientado, porque ha llegado a conseguirlo (lo de desorientarme) en mis tranquilas vacaciones de profesor en julio.
El obsceno pájaro de la noche comienza en la Casa de Ejercicios Espirituales de la Encarnación de la Chimba, un convento del siglo XVIII, construido en lo que entonces eran las afueras de Santiago de Chile y que en el tiempo de la novela se haya integrado en el casco histórico de la ciudad. Un párrafo de la página 131 nos sirve para centrar el tiempo narrativo de esta historia: “Los norteamericanos bombardeas las cercanías de Hanoi (…), Allende al poder (…), intelectuales deben tomar parte en la zafra este año declara Fidel Castro”; así que la acción principal de la novela debe situarse en la segunda mitad de la década de 1960. Y este es un dato extraño, porque, durante gran parte de las páginas leídas, El obsceno pájaro de la noche parece situarse en algún lugar fuera del tiempo; en la profunda mente alucinada de José Donoso. En la Casa de la Chimba viven, cuando empieza la novela, “cuarenta asiladas, las tres monjas y las cinco huerfanitas” (pág. 12). Las cuarenta asiladas son antiguas trabajadoras de servicio doméstico en casas de ricos chilenos, que al hacerse mayores las llevan, como si de un asilo se tratase, a pasar sus últimos años a la Casa de la Chimba. En esta casa vive también el Mudito, cuyo nombre verdadero es Humberto Peñaloza, hijo de un maestro de escuela, quien le inculcó desde temprana edad la idea de intentar ser alguien, hacerse un nombre. El padre siembre admiró a Jerónimo de Azcoitía, prohombre chileno a cuyas órdenes acabará trabajando Humberto, como secretario o mayordomo, cuando, tras unos años de bohemia universitaria en los que más que cumplir con el deseo de su padre de ser licenciado dilapidó su tiempo en las tabernas componiendo poemas, deje la universidad.
La novela comienza con la muerte de la Brígida, que fue sirvienta de doña Inés de Azcoitía, la mujer de Jerónimo. Aunque las primeras páginas se narran en tercera persona, pronto Donoso cederá la voz narrativa a los distintos personajes (esta es una novela coral, nos dice el propio Donoso) a los que se acerca, ocurriendo, en más de una ocasión, que el lector ha de recapacitar sobre quién está tomado la palabra en cada momento. El protagonista central del libro acaba siendo Humberto Peñaloza pues su voz narrativa será la que más páginas ocupa de las 543 de la novela.
El tema predominante de El obsceno pájaro de la noche sería el de la decadencia, en casi todas sus vertientes: la decadencia del país, mostrada a través del desmoronamiento continuo de la Casa de la Chimba, un edificio sin valor histórico, y que se está pensando demoler para levantar en el solar una construcción más moderna; la decadencia física de las personas, mostrada a través de la vejez triste de las asiladas en la casa, obsesionadas con guardas harapos y objetos inservibles, y también a través de la decadencia espiritual de Humberto, que en su juventud soñó con ser poeta y en su vejez es alguien que voluntariamente se hace pasar por sordomudo; y la decadencia de una alta clase social chilena, mostrada a través del matrimonio Azcoitía, obsesionado con tener un hijo que sea el heredero de sus haciendas y fortunas, pero imposibilitado para conseguirlo. Al final Inés engendrará a Boy, un niño con múltiples deformidades y para el que su padre traza un plan insensato: levantar La Rinconada, una finca en la que rodeará a su hijo monstruoso de seres deformes (enanos, las mujeres más gordas del mundo, personas contrahechas, etc.) para que el niño crezca rodeado por la deformidad y la entienda como normal y canon de belleza. Al frente de La Rinconada, Jerónimo pone a Humberto, quien debe rendirle cuentas una vez al año.
El resumen del argumento que he hecho el párrafo anterior no se desarrolla de forma lineal en la novela; y en más de una ocasión será deber del lector tratar de comprender el orden cronológico de los acontecimientos narrados. Yo me perdí en alguna ocasión con el tema de Boy: por un lado se me había informado de que la pareja Jerónimo-Inés no podía tener hijos y por otro estoy leyendo sobre el mundo que crea Jerónimo en La Rinconada para ese hijo que yo suponía que no podía tener. Yo lo he hecho a posteriori, pero recomendaría que durante la lectura de este libro el lector se acerque a alguno de sus resúmenes, que se pueden encontrar con facilidad en internet (por ejemplo ESTE del blog Resumen de libros), lo que es posible que le ayude a ubicarse en algún momento de confusión.
Hace un año vi en youtube la entrevista que a José Donoso le hizo para el programa A fondo de RTVE Joaquín Soler Serrano. En ella (ver AQUÍ) Donoso contaba a la cámara que cuando trataba de dar forma a El obsceno pájaro de la noche sufría unos fuertes ataques de úlcera; hasta que acabó ingresado en un hospital, donde sufrió un ataque esquizofrénico durante quince días, por ser alérgico a la morfina. Después de dejar el hospital, pudo acabar la novela, cuyos materiales habían ido creciendo durante seis años, en ocho meses. Los estados de alucinación o de pesadilla dejaron una huella profunda en ese libro: hay páginas donde la historia transcurre sin excesos barrocos, y el lector es informado de la trama que subyace bajo las páginas (sobre todo cuando se habla de la vida de joven de Jerónimo y de Humberto la narración se vuelve más convencional); y otras páginas donde parece de repente haber estallado una bomba de locura, y la realidad es percibida de forma grotesca, monstruosa, páginas donde el lenguaje también se hace mucho más barroco.
Sin duda, El obsceno pájaro de la noche es el libro más ambicioso de los seis que he leído de José Donoso pero no creo que sea el que más me ha hecho disfrutar de los suyos. Tiene páginas magistrales, y la primera mitad la he leído teniendo por seguro que me estaba acercando a una obra maestra, pero en la segunda mitad, en algún momento, me acabé perdiendo. Puede que la culpa fuese mía, que no leí algún detalle con la atención necesaria, pero sí que estoy seguro de que no todos los cabos del libro quedan bien atados. El obsceno pájaro de la noche es una novela de excesos, frente a, por ejemplo, la perfección constructiva y el equilibro narrativo de las escasas cien páginas de El lugar sin límites; una novela mucho más perfecta en su concepción y ejecución. De hecho, El lugar sin límites la escribió Donoso en un momento de descanso de los largos años que le llevó la escritura de El obsceno pájaro de la noche, y tienen algún elemento en común con ella, el detalle más destacable sería el de los cuatro perros negros que el cacique de ambas novelas poseen, como símbolo de la oscuridad de la que emana su poder.
El obsceno pájaro de la noche es una novela exigente, oscura, excesiva, barroca, que rompe continuamente con los límites del realismo, con páginas de gran belleza literaria; y a pesar de la descompensación que existe entre algunos de sus capítulos es, posiblemente, por ambición y recursos empleados, la obra maestra de Donoso, ese creador de máscaras. En cualquier caso, yo recomendaría leer este libro después de haberse acercado previamente a algún otro del autor; por ejemplo, El lugar sin límites me parece un buen comienzo.

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