Aunque estaba acostumbrada a planificar todas nuestras "aventuras" debo confesar que el país me intimidaba un poco ¡ay, ay, ay, dichosas películas de Hollywood! Así que lo primero que pensé fue recurrir a una de esas agencias que se anuncian en plan "le organizamos el viaje que usted quiera". Así lo hice y me puse en contacto con varias explicándoles los términos que comenté arriba. Y lo mejor que me pudo pasar es que todas ellas me dijeran " los tres sitios en el mismo viaje eso es totalmente imposible!", porque así me decidí a organizar el viaje yo y terminó siendo el más increíble de nuestras vidas. Estados Unidos es tan inmenso y tiene tantos contrastes en sus paisajes que incluso las horas de conducir son horas de disfrutar a tope.
Finalmente recorrimos más de 9.000 km, visitamos 10 parques nacionales (como dije en la presentación del blog para nosotros la naturaleza tiene preferencia ante el asfalto), vimos una cantidad increíble de animales salvajes y perdimos el miedo al país. La gente era muy amable, siempre encontrabas a alguien que hablara espa ñol y ninguno de los moteles en los que dormimos lo regentaba Norman Bates ;)
A las 7 de la mañana salimos hacia Mullholand Av. para ver el
cartel de Hollywwod. La ciudad es un puro atasco, el día está muy nublado. Fotografiamos el famoso rótulo y seguimos hacia nuestro primer destino: Palm Springs.
Paramos en un supermercado para comprar unas garrafas de agua y fruta, nos sorprende descubrir que todos los carteles de la tienda son bilingües inglés-español.
Cuando regresamos ya está anocheciendo, en el horizonte se ilumina una preciosa luna llena. Hoy hemos recorrido 547 Km.
En cuanto entras en la ciudad se nota que es un lugar creado para el mero espectáculo, cada hotel con su propia temática a cual más ostentoso. Como el hotel New York New York que está construido simulando la ciudad de Nueva York.
El calor es sofocante, más de 40°, así que nos dirigimos al hotel a descansar un rato. Por la tarde salimos a recorrer el strip, la calle principal donde se agolpan todos los hoteles y espectáculos que uno no debe perderse.
Aunque en principio nuestra parada en Las Vegas se planeo por una simple cuestión geográfica (pillaba de camino), debo reconocer que lo pasamos muy bien, especialmente nuestro hijo. Visitar los hoteles por dentro es como entrar en un parque temático, de pronto estás en medio de Venecia y unos metros después te metes en una pirámide egipcia. La entrada en los hoteles es gratuita (les interesa porque viven de los casinos y las máquinas tragaperras) Pero uno se puede divertir y pasar de apuestas, os lo digo yo, que nos fuimos de Las Vegas sin jugar a nada y eso que había tragaperras de céntimo. Otra cosa que no hay que perderse son los espectáculos exteriores (y también gratuitos) que hacen los hoteles. Nosotros vimos el volcán en erupción del hotel Mirage, la batalla de barcos piratas del hotel Treasure Island (increíble el montaje con fogonazos abrasadores y naufragio incluido) y, por supuesto, la famosa fuente del Bellagio que combina la música con el agua creando un precioso efecto.
A las 6:30 ya estamos en marcha hacia el Skywalk, el balcón de cristal en el Gran
Cañón del Colorado. Por el camino paramos en la presa Hoover.
De camino el GPS se confunde y nos mete por una carretera de tierra que cada vez se hace más complicada y polvorienta. Lo pasamos un poquillo mal porque después de una hora por ella no hemos visto ni una sola casa y los móviles no tienen cobertura. Finalmente, tras tres horas desesperantes, llegamos a nuestro destino. Allí todo son decepciones, el precio que ponía en la página web que costaba entrar al balcón en realidad es falso porque nos dicen que estamos obligados a visitar también otras cosas como el museo indio, al final nos piden el doble, unos 80€ por persona. Encima nos dicen que no podemos entrar con móviles ni cámaras de fotos. Todo el tema nos parece un timo y decidimos irnos. Ya hemos gastado bastante en un viaje en helicóptero y allí podremos hacer todas las fotos que queramos.
Al menos hoy hemos visto unos paisajes preciosos y hemos hecho un tramo de la famosa ruta 66. En Kingman tenemos el motel. Total 460 Km.
Después hacemos un paseo circular de dos km muy bien acondicionado (se puede realizar incluso con sillas de ruedas) que atraviesa un brazo de lava. De nuevo estamos casi solos, ventajas de visitar sitios que no aparecen en las guías al uso.
Al finalizar la visita continuamos por la carretera escénica hasta el parque National Monument Wapatki, parando en varios miradores y en las ruinas de un pueblo indígena. Los únicos seres vivos que nos observan son un par de liebres.
Comienza a caer un aguacero tremendo, nos dirigimos a Flagstaff, donde tenemos el hotel. Nos ponemos los chubasqueros y visitamos la ciudad que no tiene gran cosa, pero al menos vemos el observatorio astronómico desde el que se descubrió Plutón. Hoy han sido 385 km con el coche.
A las 6:40 salimos del hotel y nos dirigimos hacia la base de helicópteros del Gran Cañón, está muy nublado pero por suerte se despeja antes de que salga nuestro vuelo a las 9:00. En el helicóptero nos colocan por pesos y mi hijo Noel y yo tenemos la suerte de que nos toca delante, junto al piloto ¡las mejores vistas!
La experiencia es increíble, no tengo palabras para describir el espectáculo del gran cañón desde el aire.
Hoy hemos conducido 337 km.
Aparcamos y cogemos el autobús que recorre el parque, hacemos la ruta hasta el final para disfrutar de las vistas y de regreso nos bajamos en la parada "Zion lodge" para hacer una caminata por el sendero "Emerald Pools Trail" Tiene tres extensiones: lower, middle y upper.
Nosotros lo hacemos completo (6 km 600 m) Al comienzo es un camino muy sencillo de asfalto pero se va complicando cada vez mas y el "upper" es bastante empinado y escabroso, pero por suerte hay sombra y gracias a que hacemos pequeños descansos (yo me ahoga en cuanto hay una cuesta) conseguimos llegar. Al final no era tan complicado, lo que pasa es que yo con mi anemia me canso fácilmente.
Zion no es un parque muy conocido, pero a nosotros nos ha dejado maravillados.
Hoy las temperaturas han rozado los 37°C. Hemos avanzado 415 km.
Antes de coger la carretera a nuestro próximo destino,Salt Lake city, nos acercamos hasta el mirador de " Kolob Canyon" muy cerquita de Hurricane y nos despedimos de las inmensas paredes rocosas de Zion.
El famoso "lago salado" es casi un mar salpicado de pequeñas islas, pero acercarnos a sus playas es la mayor de las decepciones, la arena está cubierta por miles de cadáveres de aves en todos los estados de descomposición posibles, el olor es espantoso. Supongo que no será siempre así, pero no vimos a nadie a quien preguntar el motivo.
Toca cambio horario y aunque nos levantamos tan temprano como siempre, esta vez ya son las 7:50 cuando montamos en el coche porque hemos sumado una hora. Hoy toca llegar a Jackson Hole (Wyoming) la última ciudad donde se puede dormir antes de entrar en los parques nacionales de Grand Teton y Yellowstone (salvo que duerma uno dentro del parque, lo cual es mucho más caro)
En vez de tomar la autopista elegimos la carretera panorámica que va de Logan a Bear Lake (lago del oso) Vamos casi todo el tiempo solos, bordeando un río y rodeados de montañas y bosques. El tiempo de más merece sin duda la pena. Desde un mirador podemos contemplar abajo el inmenso lago. Vemos una cierva. Hace un día estupendo, 30° y despejado.Si pasas por esta ciudad, no dejes de acercarte al centro y ver el parque con sus curiosos arcos construidos exclusivamente con astas de ciervo.
De camino aquí hemos recorrido un pequeño trocito de Idaho, así que ya hemos estado en los 6 estados por los que discurre nuestro viaje: California, Arizona, Utah, Idaho y Wyoming. Hoy han sido 425 km.
Continuar viaje: de Grand Teton a Las Vegas