Cuando converso con algunas personas, suelo preguntarles si el ser humano evoluciona con el paso de los años. Si estamos igual, mejor o peor que en décadas pretéritas. Las respuestas son muy variadas. Algunos dicen que avanzamos mucho por fuera y poco por dentro; otros que todo avance va acompañado de una amenaza, con lo que no hay grandes diferencias; y los más piensan que en términos generales avanzamos aunque a pasos pequeños.Da la sensación de que objetivamente estamos mejor que nunca. Nunca habíamos tenido tanta esperanza de vida (si llega la muerte no se puede pensar en otra cosa) ni tanto nivel de desarrollo económico, en términos globlales, pero subjetivamente parece que nos encontramos muy insatisfechos y frustrados. La salud no es sólo el bienestar físico, sino también mental y social como recoge la Constitución de la Organización Mundial de la Salud. De hecho, la depresión es considerada la enfermedad del siglo XXI (salud mental) y también cada día hay más gente sola (salud social) a pesar de que aguantemos muchos más años de vida (salud física). Según la OMS, la depresión es ya la cuarta causa de muerte en el mundo y se calcula que en el año 2020 ocupará el segundo lugar, por detrás tan sólo de la enfermedad coronaria. Según me decía el doctor Mario Alonso Puig, en España en los últimos diez años se ha multiplicado por cuatro el consumo de ansiolíticos y antidepresivos y cada vez los trastornos psicológicos afectan a personas más jóvenes. Según el Bureau of Health Professions de EEUU se estima que en el plazo entre 1995 a 2020 la consulta a psiquiatría infantil aumentará en un 19%.El otro día Arantxa De La Fuente, a raíz de la última pregunta a la entrevista con José Antonio Marina, me hacía llegar el siguiente vídeo de Matt Ridley que hace referencia a su libro Mi optimismo es racional (hasta ahora sólo en inglés: The Rational Optimism: How Prosperity Evolves), citado en el Blog de Arcadi Espada, donde expresa que hay datos racionales para pensar que estamos mejor. No obstante, me da la impresión que en su estudio tiene en cuenta lo objetivo (esperanza de vida e ingresos económicos) pero pasa por alto lo subjetivo (las consecuencias de ello).¿Y tú que opinas? Yo no lo tengo claro claro…* Comunicaros que el proyecto de Teaming de Jil Van Eyle ya tiene página de Facebook.