Revista Ciencia

El Orbitador Solar, un chivato en el espacio exterior

Publicado el 28 noviembre 2012 por Ruthbermo

Conociendo el Sol: el Orbitador Solar, un chivato en el espacio exterior
Por ser el centro del Universo y por razones varias (y obvias) en las que no nos vamos a detener, el Sol siempre ha despertado curiosidad en el ser humano. Venerado desde los albores de la civilización, es uno de los elementos más estudiados por astrofísicos de todo el planeta. Precisamente esta rama del saber ha cobrado un protagonismo especial en las últimas semanas debido a los hallazgos conqueridos por el popular Curiosity en Marte

A pesar de todo lo escrito sobre él, seguramente todavía quedan aspectos relativos a la gran esfera que desconoces. ¿Sabías, por ejemplo, que la caliente atmósfera del Sol no puede ser contenida por la fuerza de gravedad de la majestuosa estrella, de modo que escapa hacia el espacio exterior? En efecto, los gases se expanden a una gran velocidad (entre 400 y 800 km. por segundo). Nos hemos demorado en exceso en entender exactamente cómo dichos gases escapan y aceleran su velocidad. En algunas zonas los gases deberían ser retenidos por las estructuras magnéticas de la estrella, pues la atmósfera del Sol está repleta de campos magnéticos. Como los gases de la atmósfera están ionizados, deberían quedar atrapados y unidos a otros campos magnéticos. Sin embargo, es común ver vientos gaseosos que escapan y es un misterio por qué sucede esto. 

Conociendo el Sol: el Orbitador Solar, un chivato en el espacio exterior

Puede decirse que hay chimeneas en los campos magnéticos a través de las cuales podrían escapar los gases. El Sol tiene este flujo de campos magnéticos y partículas cargadas, de lo cual podríamos ser espectadores en la distancia. De este modo, sabemos qué ocurre y seremos capaces de detectar este material cuando se aproxima a la superficie terrestre. Pero, pese a los imparables avances en la astrofísica, hasta ahora, restaba un espacio de 150 millones de kilómetros por descubrir, espacio en el que el ser humano poco podía hacer. Para llenar este agujero cognitivo, el Orbitador Solar de la Agencia Espacial Europea (AEA), que será lanzado en 2017 y que pone de manifiesto la relevancia del estudio y conocimiento del astro rey, se aproximará a nuestra estrella desde la órbita de Mercurio con el fin de medir el material desprendido antes de que se altere. De este modo, podremos conocer qué es lo que sucede en el Sol registrando lo que ocurre en la Tierra, pero también lo que acaece en el espacio intermedio. Esto sería de gran ayuda a la hora de estudiar y comprender cómo evolucionan dichos flujos con el paso del tiempo. El Orbitador Solar servirá también para predecir qué eyecciones de masa corporal procedente del Sol golpearán la Tierra y cuáles no

Entre los planes de la AEA se encuentra también la ExoMars, misión que irá a Marte y que incluye la construcción de un potente explorador, similar al del famoso y polémico Curiosity.
Foto vía Innovaçao Tecnologica


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