El próximo 19 de marzo se celebrará el Día del Padre 2016 coincidiendo con la celebración del día de San José, padrastro o padre putativo de Jesús, según las creencias y tradiciones católicas. Parece ser que en 1948, Manuela Vicente Ferrero, una maestra española, decidió celebrar en su escuela una jornada festiva que tenía como propósito que sus alumnas agasajaran a sus padres, la razón fue la petición de algunos padres que estaban “celosos” de que se celebrase el Día de la Madre y ellos no tuvieran un día especial de reconocimiento, por ello también querían ser homenajeados.
Por tanto, el origen de la celebración del Día del Padre tal y como hoy lo conocemos en España, se podría decir que fue fruto del deseo de unos padres de tener un protagonismo similar al de las madres con su celebración. Aquella primera jornada festiva se caracterizó por la entrega de regalos que habían fabricado las alumnas en el taller de manualidades a sus padres, también se realizó un festival en el que se leyeron poesías, se realizaron bailes e incluso una función teatral en honor a los padres. Dada la España de aquella época y el peso que tenía la religión católica, se pensó que la mejor fecha para celebrar este día fue en la onomástica de San José, ya que representaba a un cabeza de familia y padre modélico por su condición de cristiano, por ser humilde y trabajador.
La idea prosperó y rápidamente se difundió gracias a los medios de comunicación, los responsables de algunas empresas como Galerías Preciados, desaparecida hace más de 20 años al ser adquirida por El Corte Inglés, impulsaron esta celebración a la que se sumaron posteriormente otras de la competencia como El Corte Inglés. Parece evidente que los empresarios vieron una oportunidad de revitalizar las ventas, utilizando esta celebración en el marco consumista, algo que también sucede con otras celebraciones. En este sentido, algunas personas creen que sería ideal volver a recuperar la tradición original y olvidarse del consumismo, vale mucho más un regalo que ha fabricado un niño a su padre, que todos aquellos artículos que pertenecen al mercado del consumo y que se pueden regalar cualquier otro día del año.
El Día del padre ha evolucionado hasta un punto en el que han adquirido especial protagonismo los regalos que ofrecen para este día los grandes comercios, ahora cualquier artículo sirve para enmarcarlo como regalo del Día del Padre. Podemos hacer una curiosa comparativa, con motivo de la vuelta al cole, en Carrefour se ofrecía un jamón que se anunciaba como algo ideal para la vuelta al cole, ya que serviría para hacer los bocadillos que se llevan los niños al colegio. Se hacía bastante extraño ver un jamón en su caja con el mensaje “especial vuelta al cole”. Lo mismo ocurre con el Día del Padre y con cientos de celebraciones, el consumismo ha provocado que prácticamente desaparezca la esencia de una celebración.
Como no es habitual nadar a contracorriente, todo el mundo se suma a la fiebre consumista, por fortuna, algunos padres valoran mucho más un dibujo, una figurita de barro o cualquier otro objeto fabricado por los niños como regalo. No es el regalo en sí lo importante, sino los sentimientos que los niños transmiten a sus padres con algo que han creado en honor a ellos. Podemos ver en miles de páginas web, blogs y demás medios de comunicación, anunciar todo tipo de productos del gran consumo como ideales para regalar el Día del Padre, pocos encontraremos que aboguen por dejar a un lado estas propuestas y promover este día de un modo en el que no tenga nada que ver el carácter consumista.
Pero hay más, la industria del consumismo ha llevado a cabo su estrategia de un modo inteligente, por ejemplo, ahora se puede adquirir un pack de bodies para bebés en los que rezan los mensajes “Yo soy tu padre” o “Mi padre es el mejor”. En este caso los bebés no son los que realizan el regalo, de hecho, no son conscientes del significado de este día, pero la maquinaria del gran consumo ya ha orquestado sus estrategias para convertir estos artículos en regalos para el Día del Padre.
Encontramos todo tipo de regalos, un smarphone, un smartwatch, un Kindle, unas herramientas, una botella de vino, entradas para el fútbol, un perfume, y así un largo etcétera, todo se aleja del verdadero sentido de la celebración. Los niños siguen haciendo sus manualidades y regalándoselas a sus padres gracias al sistema educativo, pero parece que estos regalos se hayan quedado en cierto modo en un segundo plano. La generación de nuestros padres, e incluso nuestra generación vivió, esta celebración de un modo especial, lo más importante era el regalo que fabricábamos para nuestros padres y esperábamos que les encantara, una comida familiar y pasar un buen rato en familia era parte de la fiesta.
El Día del Padre es una celebración de los niños para con sus padres, no es necesario gastar dinero porque los niños no son solventes. Una manualidad, una bonita poesía, unas palabras de agradecimiento o de cariño… son regalos mucho más significativos y emotivos. Y para celebrar este día con los niños se puede disfrutar de una tarde de cine, de una merienda especial o de una tarde de juegos, hay mil formas de agradecer a los hijos la manualidad que nos han regalado y que simboliza el amor que nos tienen, pasar el día juntos es un regalo que van a agradecer profundamente.
Foto | Romina Campos
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El origen de la celebración del Día del Padre en España