Es muy probable que en más de una ocasión te hayas preguntado sobre el origen de tanta agua en nuestro Planeta. La respuesta mayoritariamente aceptada es que llegó a través de los cometas. Pero… es que es mucha agua, cantidades inmensas de ella en un planeta cuya superficie está prácticamente inundada y en el que aflora apenas ¼ parte de tierra. Si además tenemos en cuenta las profundidades de los océanos y que también hay mucho de ella en superficie de la tierra alta, y teniendo en cuenta además las aguas subterráneas… pues podemos imaginar las cantidades inmensas de agua que contiene nuestro planeta, pero seguro que nos perdemos.
Antes que nada no habrá que perder de vista qué es el agua y la importancia que esta tiene en el nacimiento y desarrollo de la vida tal y como la entendemos en este pequeño planeta perdido en la inmensidad del Universo. Todos sabemos que una molécula de agua está compuesta de dos átomos de Hidrógeno (el gas primigenio) y una de Oxígeno (otro gas pero algo más tardío). Si podemos decir que probablemente en un principio todo era Hidrógeno por las vibraciones de sus cuerdas, también podremos decir que en el proceso transformador auspiciado por la Ley de la Gravitación Universal, en algún momento posterior apareció el Oxígeno. Debe haber pues distribuido por el espacio cantidades ingentes de estos dos elementos junto con el resto de la materia.
Si nuestro Planeta es el producto por acreción resultado de la explosión de alguna superestrella anterior que transformó y explotó, podremos convenir en decir que la Tierra está hecha del polvo de las estrellas que nos han ido precediendo. Esa nube cósmica que acabó formando nuestro Sistema Solar, contenía estos dos gases.
Por otra parte es evidente que las órbitas de los planetas respecto del Sol y cualquier movimiento de la materia son el producto de equilibrios entre masas que están sujetas a la Ley de la gravedad. Las posiciones actuales de los astros, gases y resto de materia (incluida la oscura) está claro que han sido otras distintas de las actuales y que han llegado al punto actual de acuerdo con el devenir de los tiempos buscando ese equilibrio.
En la franja “de la hermandad” se encuentran actualmente tres planetas con un origen “genético” muy parecido: Venus, Tierra y Marte. Por lo que han detectado nuestras sondas en estos dos planetas hermanos, aún hay agua congelada en rincones a los que no llega el calor del Sol, y probablemente también se encuentre en el subsuelo. Otra cosa que han descubierto es que hay señales de que el agua fluyó en forma líquida por sus superficies. Entonces… ¿qué pasó con su agua? Los tres planetas probablemente orbitaron muy cerca en los orígenes de su formación. También sabemos que tanto por los impactos primarios como por los tardíos, hubo intercambio de materia entre ellos. Lo sabemos por los restos de asteroides encontrados en la Tierra y que estimamos de procedencia marciana y venusina.
El aumento acrecentado de masa y los impactos de grandes asteroides dieron lugar a nuevas ubicaciones en sus correspondientes órbitas. Por lo tanto, es muy probable que el intercambio de masa a niveles importantes fuera una realidad.
Si además tenemos en cuenta que el campo electromagnéticode los planetas confiere un escudo protector que interfiere las partículas solares… y que si el escudo es débil y llegan al planeta, estas inciden con las partículas de agua descomponiendo los dos gases elevándolos a capas altas de la atmósfera… es aquí donde viene la novedad propuesta: El Hidrógeno y el Oxígeno escaparon de la gravedad de nuestros dos planetas vecinos por la debilidad de su escudo magnético y fueron capturados por la Tierra.
El hecho de tener nosotros tanta agua y el de que los otros dos planetas no la tengan ahora, podría llevarnos a concluir que la Tierra absorbió el agua de Marte y Venus sumándose a la nuestra original. Muchos cometas, demasiados, tendrían que haber aportado sus gotitas de agua para tan inmensa cantidad de ella como tenemos. Y además tendrían que haber llegado en una época en que la masa fuera suficiente para no dejarla escapar, porque al impactar en un planeta incandescente y convertirse en vapor, este fácilmente podría haber “escapado” al espacio exterior. De todas formas, yo no pensaría en el agua (H2O) ya combinada, sino en Hidrógeno y Oxígeno por combinar aún.
Considera lo expuesto como una propuesta de alguien no experto al que le interesa casi todo y cuya única arma es la observación y la reflexión. A los expertos, les ruego disculpas si he cometido errores de bulto. De todas formas, planteado así no lo he visto por ninguna parte.
Caña a nuestra comodidad que mata nuestra curiosidad.
Juan-Lorenzo[email protected]