Revista Arte
Hay dos momentos del día que nos hacen sentir algo especial, el amanecer y el anochecer. A algunos uno más que el otro, pero a todos nos fascina siempre que lo presenciamos. No pienso que tenga mucho que ver con el inicio o el final de las cosas. Es otra sensación, creo, la que nos transmite estos momentos del día: una mayor cercanía a nuestro dios inconscientemente más querido.(Amanecer en Soria, y anochecer riojano en Nájera; España.)
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