El arte es expresividad y sugestión, en un 80%. Conseguir que una obra de arte impacte en el espectador, que sienta (aunque sea repulsión) cualquier tipo de sensación frente al objeto inanimado que se expone ante él, es ya suficiente motivo para generar piezas sea cual sea la disciplina que se utilice para ello.
Podría tratarse de un maquiavelismo artístico, un fin que justifique todos los medios, pero en realidad no es más que la esencia del arte en estado puro. Que el visitante sufra un escalofrío ya sea de admiración o de simple estupefacción es un buen resultado para cualquier trabajo artístico que se precie.
La oscuridad y el lamento también son buenas musas para crear composiciones que impacten en el público y ese parece ser el modus operandi de Monch, un fotógrafo francés visceral y original, que con sus desfiguraciones de lo real ofrece un arte figurativo brutal, altamente expresionista y de corte fantasmagórico.
Su historia personal es un reto, la subyugación de su ego artístico que fluye con naturalidad tras la muerte de su padre, como liberación o como catarsis de las experiencias vividas. No sólo en las personas, su representación abarca a las plantas, las piedras, cualquier expresividad es posible ante su cámara o tras sus retoques fotográficos.
Su interior se convulsiona y se expande en cualquier forma humanoide que pueda captar, como un oscuro pasajero que le incitara a buscar el lado oculto de cada rostro, de carne y hueso o retorcido gesto de un tronco que evoque al mismo.
¿Qué os parece?
© Monch
Just before smiling
© Monch
Looks are defective
© Monch
White noise
© Monch
Out of the cocoon
© Monch
Scar
© Monch
Inland by night
© Monch
Prickly
© Monch
Break down the walls !!
© Monch
Pushed through
© Monch
Tentacle attempt
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure