Revista Salud y Bienestar
La participación del paciente es esencial para la mejora de la práctica asistencial y para ofrecer mejores servicios. Sin embargo, ¿cómo podemos recoger adecuadamente su opinión? Tenemos encuestas, comisiones de participación, reuniones periódicas con asociaciones y colectivos... pero no hay evidencia acerca de cual es la mejor opción.En el ámbito del NHS, en 2011 decidieron impulsar la creación de grupos de participación de pacientes (PPG) en cada consulta de atención primaria. Así que prepararon guías para crear estos grupos, permitieron la creación de grupos virtuales y, para conseguir una gran participación de los profesionales, se pusieron en marcha una serie de incentivos financieros. Desde 2011 hasta 2014, el NHS pagaba anualmente por cada paciente incluido en el grupo un importe máximo de 1'10 libras. En 2014, decidieron reducir dicho importe a 33p por paciente. Con semejante dinero en juego, ocurrió lo esperado: más del 80% de las consultas tenía su propio grupo.Según cuentan en este artículo publicado por el BMJ (el tema incluso se trata en un editorial), entre 2011 y 2013 se pagaron 80 millones de libras a los profesionales por mantener y apoyar estos grupos. Sin embargo, no existe ningún tipo de análisis sobre los resultados obtenidos con dicho objetivo y dicha incentivación. A partir de 2015 se modificó el contrato programa del NHS con cada consulta y ahora es obligatorio que en cada una exista su propio grupo de participación de pacientes (así que 100% de éxito).El siguiente paso será preguntarse si, con tantos grupos en marcha, hay alguien escuchando, anotando y sacando conclusiones de todo lo que opinan y proponen los pacientes. La participación es mucho más que esto... Quizás en el NHS dieron el primer paso (crear las estructuras) pero ¿cual es el resultado? Si pagamos por tener grupos de participación, se crearán cientos (o miles), pero debemos pensar que hacer después.