El Papa Francisco, uno de los personajes más respetados y mejor informados del mundo, inicia este viernes una visita oficial a México, durante la cual entrará en contacto directo con este sufrido pueblo en uno de los momentos más críticos de su historia, marcados por la corrupción, la desigualdad y la violencia.
El Jefe de la Iglesia Católica no viene, por supuesto, a informarse de la realidad nacional, ya que en estos últimos años seguramente le han sobrado informes confiables de las más distintas fuentes sobre lo que ocurre en el país tanto en los aspectos políticos, económicos y sociales, como específicamente en el manejo de los dineros públicos, la inseguridad y la violación del estado de derecho.
En este sentido, los discursos que él escuche o las cartas que la gente le entregue sólo vendrán a corroborar lo que ya conoce de sobra, pero no por ello dejará de referirse a estos temas durante su recorrido por el país, especialmente en Chiapas, donde seguramente refrendará su compromiso social con los más pobres de los pobres: los indígenas.
Es probable que algunas de sus palabras no resulten del agrado de muchos políticos formados en uno de los sistemas más corruptos que haya dado la historia del país, pero aunque el Papa es también Jefe del Estado Vaticano, con el que México mantiene buenas relaciones, está en su deber referirse a estos graves problemas que padecen día tras día no sólo los católicos, sino también los mexicanos pertenecientes a otros muchos credos.
¡Feliz estancia del Papa Francisco en México!
Artículo publicado en el diario La Crónica de Hoy Jalisco en su edición del viernes 12 de febrero de 2016.