El Papa tiene miedo al estallido social

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El Papa pide a los jóvenes garantizar la continuidad de los partidos políticos
Tras su reunión con el presidente italiano, Giorgio Napolitano, apuesta por un "compromiso político" para salvaguardar las instituciones democráticas

Y no es el único. En un arranque conservador cargado de miedo al cambio, pide a los jóvenes que apoyen la continuidad del Sistema garantizando la pervivencia de los partidos políticos. No pide a los partidos que cambien y dejen de ser “lo democráticos que son” y pasen a serlo de verdad, no. Pide a los jóvenes que le ayuden a conservar el actual estatus. La Iglesia no quiere que cambien las cosas, ya están bien como están. Si acaso, que desde el mismo Sistema hagan alguna reformita de modo que todo cambie para que no cambie nada. En otras palabras, que los “de arriba” vean a dónde nos puede llevar esta crisis y que hagan los cambios oportunos antes de que lleguemos a “terrenos desconocidos”.    Hay gente “de arriba” que se ha puesto nerviosa. Gente que está viendo venir una gran debacle del Sistema y está “salvando los trastos”. Gente muy patriota, conservadora y religiosa, que aunque vea que llevar su dinero a paraísos fiscales conlleve la ruina de su país, de Europa, o del euro… que puede que la gente cansada y desencantada estalle… que la población está sufriendo por ello… le da lo mismo y salva “lo suyo”. “¿Qué más da? ¿No tienen a Cáritas?”

Hace ya algunos años que ha empezado a cundir el “sálvese quien pueda”. Políticos, financieros y gente “del bote” han empezado una huída hacia delante robando todo lo que se puede (no pasa nada) y llevándoselo fuera. Los mismos partidos políticos (no todos, aunque sí los bipartidistas), han quedado en evidencia con sus tejemanejes y el esquilmado del dinero público.

Luego los de la PAH les hacen un escrache y dicen que no somos demócratas. ¡Qué sinvergüenzas! Nos suben los impuestos y esperan que los paguemos mientras ellos se burlan de todos no pagándolos. Antes de La Crisis se habían alcanzado niveles aceptables de honradez en el pago de los impuestos; con ella y viendo lo que se está viendo, nos están llevando otra vez a un mundo de picaresca, fraude y economía sumergida. ¿Pero que no ven que la gente tiene que subsistir? ¿Por qué no suben los impuestos a los ricos y poderosos? ¿Por qué tiene que pagar siempre la clase media? ¡Cómo nos toman el pelo!
¿Qué clase de trastadas tienen que haber hecho nuestros políticos y financieros? ¿A qué escenario nos va a llevar una Europa harta de los españoles? ¿Para cuanto tiempo nos hemos hipotecado? ¿Nos tiene que devolver la Banca lo que les estamos dando? Ellos se mantienen en sus trece y dicen que “de dar crédito nada”, no se fían del Sistema. ¿Cómo se va a reactivar la economía de esa manera, sin financiación a la inversión y sin facilitar el consumo?  

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¡Cuánto echo de menos la Banca Pública! ¡Cuánto me gustaría que estuvieran aquí ahora las Cajas en plenitud para pasar de la Banca privada e ir a la nuestra! ¡Qué tranquilos dejaríamos quebrar a esa Banca fraudulenta! Fue entrar en la Unión europea (dominada por conservadores) y rápidamente decirnos que había que privatizar lo público. ¿Ya sabían lo que iba a venir? ¡Cómo nos han tomado el pelo! Está claro: Lo público en sí no sirve para nada más que para apoyar lo privado. Pero no lo privado del ciudadano, no, sino lo privado de los grandes, de los poderosos, precisamente para explotar al ciudadano (el gran negocio). Según ellos, lo público no está aquí para sostener un mundo social y solidario, sino para apoyar sus intereses.

El Papa forma parte del Sistema. Los pilares actuales de nuestra sociedad están basados en el poder financiero, el poder político, el mediático, el religioso, el militar… el funcionariado. El del ciudadano no aparece por ninguna parte, aunque vote. Son la gente que se sitúa en el Sistema y chupa del bote. Las grandes empresas nos corroen las entrañas para dárselo al resto de los pilares, afianzarlos para continuar exprimiéndonos. Porque no nos equivoquemos, no sólo lo estamos consintiendo, sino que estamos colaborando en mantener un Sistema así; una sociedad injusta donde el ciudadano paga para que le sometan y expriman. ¿Qué quiere ahora el Papa? ¿Llamar al buen sentido de los jóvenes? ¿Quiere que los inconscientes le apoyen para que este mundo (el suyo) no desaparezca? ¡Ya estamos arreglados, ya!

Me han venido gustando los gestos del Papa Francisco hasta ahora. Pero este… Pienso inmediatamente que es lógica su reacción; tiene miedo a una debacle de imprevisibles consecuencias, y casi seguro que no demasiado buenas para el tinglado que tienen montado en Roma. Como la gente espabile la tienen clara.
Sinceramente me gustaría que fueran lo suficientemente sensatos (los de arriba) para que esto cambiara de verdad, pero tengo la sensación de que si “no pasa algo” esto va a seguir siendo más de lo mismo. Esos pilares necesitan una buena lección. Hay que darles una buena sacudida para que se den cuenta de lo inestables que son y están. No quiero el sufrimiento de la gente “de abajo”, estamos un poco cansados siempre de lo mismo. Me pregunto quién considera que tiene algo que perder en esto. Hay gente que piensa que va a perder mucho y a lo mejor es un simple puesto de trabajo cuando otros desgraciados no lo tienen; o unos ahorrillos infinitamente menores a “las preferentes”. Habrá que mirar más lo que tenemos que ganar que lo que podemos perder. Sólo nos falta tener un poco de altitud de miras, menos egoísmo, más solidaridad, más sensibilización a la injusticia, menos miedo… En definitiva nos falta dejar de ser piltrafas y pasar a ser humanos. ¿No debería estar el Papa a nuestro lado?

Caña a quienes no ven que nos están llevando al estallido social.
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Joan-Llorenç dalescana@gmail.com

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