Uno de los desafíos más importantes a la hora de diseñar las ciudades sostenibles del futuro, además por supuesto de la problemática del transporte, es la de los edificios y su consumo de energía, ya que a pesar de que la electricidad salga prístina de los enchufes el proceso de obtener la energía es una de las principales fuentes de contaminación que está causando el cambio climático.
Neutralidad en las emisiones de CO2
Para lograr la neutralidad de carbono un país, una ciudad, o incluso un edificio, deberían retirar de la atmósfera la misma cantidad de CO2 que emiten, y para ello se pueden utilizar distintos métodos, el más sencillo de los cuales es el uso de plantas e incluso árboles artificiales, los cuales aunque estéticamente menos atractivos, pueden retirar de la atmósfera una cantidad de carbono equivalente a la de cientos de árboles normales.
Pero además de reducir la cantidad de CO2 de la atmósfera para compensar la contaminación emitida es importante trabajar en la reducción de las emisiones propiamente dichas, para lo cual se pueden utilizar métodos mediante los cuales parte de la energía consumida se genera en el propio edificio, eliminando de esta forma no sólo el problema de la emisión en la generación de energía, sino también reduciendo al mínimo el problema de la contaminación durante el transporte.
Generar la energía “en casa”
Por muy eficiente que sea un proceso de generación y transporte de energía, durante cada uno de los pasos se producen pérdidas, por lo que la energía útil que llega al final del ciclo de cada barril de petróleo extraído es mucho menor de lo deseable, es decir, un proceso de; extracción-transporte-destilado-transporte-llegada a la central de producción de energía-transporte al consumidor final y utilización efectiva conlleva una contaminación extra que además no tiene ninguna utilidad, y es algo que se puede reducir si los propios edificios integran sistemas para producir parte de la energía que consumen adicionalmente a los sistemas para limpiar carbono atmosférico.
Como primera opción que viene a la mente de cualquiera está la instalación de paneles solares, una opción muy recomendable, pero que también tiene sus pegas, como por ejemplo los periodos nocturnos o nublados, ya que la energía se consume según se genera, no se puede almacenar, o se hace en cantidades muy pequeñas.
Así que alternativas como las instalaciones térmicas de biomasa pueden ser un complemento ideal para generar energía, algo que además ayuda a paliar el problema de la generación de residuos urbanos, que además de generar el problema de los vertederos, añade contaminación adicional al ser transportada por decenas de enormes camiones en una ciudad de tamaño medio. Aunque es una opción más que viable hay que decir que la biomasa generada debe ser previamente tratada, ya que no vale con ir a la caldera y tirar directamente la basura de cada vecino, sino que necesitarán de un tratamiento anterior para pasar de ser basura a un biocombustible, en este caso procedente de los residuos sólidos urbanos o RSUs.
Estos métodos ayudarán a reducir el consumo de productos procedentes de la industria petroquímica, pero a pesar de que muchos ya pronostican la cercanía de un futuro oil free, lo cierto es que esta materia prima todavía tiene y tendrá una importancia capital en la economía mundial.
Reducción sí, desaparición no
Como muchos analistas ya advierten, la reducción del uso del crudo no va a suponer que de golpe su importancia en la economía vaya a esfumarse, y ya sea que se negocian CFDs de petróleo en Plus500 o algún otro corredor de confianza – en ellos se opera con apalancamiento, herramienta con un importante nivel de riesgo que requiere experiencia previa en mercados volátiles- o bien se invierte directamente en los mercados de valores en empresas como BP o ARAMCO la evolución del precio del petróleo va a estar presente durante mucho tiempo en la prensa salmón.
Existen datos que indican que la demanda, y por tanto la producción de petróleo, seguirá aumentando durante las siguientes décadas a nivel mundial, así que cobrarán una especial importancia los métodos de extracción y refinado del crudo “limpios”, ya que no todos los tipos de extracciones contaminan lo mismo y con el estado actual de la opinión pública convencida de la gravedad del cambio climático las petroleras que se presenten como más ecosostenibles contarán con una ventaja sustancial.
Este post es autoría de Ecocosas puedes ver la entrada original en El papel de los edificios en la lucha contra el cambio climático