El Mundo publicaba en mayo del año pasado un reportaje sobre el analfabetismo científico de los españoles, lo recordé hace unos días escuchando las ponencias de la mesa redonda-homenaje que la AECC organizó en memoria del gran periodista y maestro de periodistas científico-técnicos, D. Manuel Calvo Hernando (fallecido en el agosto pasado). Un dato que me vino a la memoria es que el 46% de los españoles no era capaz de nombrar ningún científico según revelaba un estudio de cultura científica realizado por la Fundación BBVA. No me extraña que D. Manuel insistiera ya hace años en la necesidad de fomentar la cultura científica. Seguimos necesitando impulsar esta creencia. Aunque no tuve el privilegio de conocerle personalmente si he leído sus manuales y alguno de sus muchos trabajos escritos sobre el bonito oficio del “periodismo de divulgación” así como su “Decálogo del Divulgador de la Ciencia”y no puedo estar más de acuerdo en su tesis sobre la dimensión social de la ciencia y sobre todo con su visión del periodismo como oportunidad para ejercer de educadores y difundir descubrimientos a la vez que se explica cómo funciona la ciencia, cómo trabaja un científico, cómo la ciencia se hace en Comunidad y de este modo crear conciencia sobre la importancia de la investigación y de una buena política de la Ciencia. Siempre he defendido que los periodistas especializados tienen la oportunidad de colaborar a mejorar la cultura de los lectores de medios, pero aqui quiero aclarar que la divulgación obviamente no es sólo labor de los periodistas.
Divulgar es cosa de todos, como bien nos dice Clara Rivas, redactora en CIDi+ Biomed (comunidad online para la investigación, desarrollo e innovación en biomedicina). Divulgan las instituciones y organizaciones que tienen la responsabilidad de dar a conocer el trabajo de sus científicos e investigadores y divulgan los propios investigadores que tienen interés en hacerlo y pueden hacerlo a través de los suplementos de ciencia, en las revistas como Muy Interesante que nos acompaña desde hace años, así como en los excelentes blogs que podemos encontrar en Internet, o en nuevos espacios como Esmateria. “La ciencia puede llegar al público a través de múltiples herramientas. Unas veces se tratará de información, otras de divulgación, y en ocasiones, de mero entretenimiento” como se recoge en este recomendable post creado por los ponentes de la Jornada “Comunicar para crecer”. El oficio del periodismo no es sólo contar historias, “Comunicar para Decidir” implica ayudar a la gente a incrementar su cultura y con ello tener más opciones de elección personal. Se trata de la idea de ser cultos para ser libres.
Para D. Manuel Calvo, claramente el periodismo científico fue mucho más que un nicho profesional, fue una misión en su vida, uno de sus amores, junto con su familia e Hispanoamérica. Un campo, el periodismo científico, al que se dedicó en cuerpo y alma profesionalmente y más tarde académicamente, leyenso su tesis con 75 años. Valga este humilde post como pequeño homenaje también de quien pretende hacer del periodismo de salud su segundo amor en la vida y al que le dedico igual pasión, igual pensamiento e iguales honorables propósitos como los de conseguir evangelizar una mejor cultura de la salud y hacer mi trabajo lo mejor posible, combinando profesión y academia. Desde ya, tomaré la figura del maestro Manuel Calvo como mi referente, tratando de poner desde mi humilde torre “al alcance de la mayoría el patrimonio de una minoría”. Siempre he dicho que en el Periodismo de Salud queda mucho por hacer, desde reflexionar a fondo y lograr más y mejores periodistas especializados así como profesionalizar la cadena informativa con más olfato y decencia democrática, ofreciendo Calidad y Claridad, que es sencillamente lo que quieren los lectores.
Descubrí mi vocación hace muchos años y tener el lujo de poder dedicarme a ella es una dicha. Consagrarse a la divulgación de la educación y la promoción de la salud es una noble tarea que me enorgullece cada día más en la medida que veo que trabajar por conseguir una mejor CULTURA DE LA SALUD es un medio de incrementar la calidad de vida de algunas personas. El otro día pude comprobarlo una vez más en el bonito homenaje al maestro D. Manuel Calvo, que estuvo pleno de alusiones llenas de respeto, admiración y cariño hacia él como referente académico, buena persona, por su gran honradez profesional, un hombre generoso y autocrítico a la hora de compartir información y conocimiento, entregado con pleno entusiasmo a su misión evangelizadora organizando cientos de cursos y conferencias sobre el periodismo científico en diversos países de Latinoamérica. Dejó grandes amigos y discípulos como podemos leer en el obituario que le escribieron sus hijos. Uno de ellos, su hijo Toni (actual presidente de la Asociación Española de Comunicación Científica) compartió con nosotros una preciosa anécdota, contó que siguen llegando mensajes a su correo personal, de cariño y apoyo. ¿No es la mejor prueba de que este hombre inspiró grandes cosas y sigue sirviendo de inspiración?
Foto de portada por: gmaximo