Un exhaustivo estudio de la Universidad de Copenhague revela los peligros de
los anticonceptivos no orales.
Desde los años 70 se conocen los riesgos de problemas vasculares, como
trombosis -coagulación de la sangre en el interior de las
venas-, que entraña el consumo de la píldora anticonceptiva.
Ése riesgo ha ido descendiendo en estos años de investigaciones en los que los
componentes estrógenos han disminuido también.
Pocos estudios han abordado si el riesgo de tromboembilismo de métodos
anticonceptivos hormonales no orales como el parche transdérmico, el
anillo vaginal o el implante cutáneo era similar al de la píldora.
Un exhaustivo análisis de la Universidad de Copenhague,
publicado por British Medical Journal, ha revelado, con una base de
más de 1,6 millones de mujeres, el riesgo de trombos de estos otros
métodos anticonceptivos hormonales. El resultado de dicho estudio
desvela que el parche transdérmico, el anillo vaginal y el implante cutáneo
tienen más probabilidades de provocar trombos que la píldora oral.
Ojvind Lidegaard, al frente de dicho estudio, analizó los
historiales clínicos de más de 1,6 millones de mujeres de 15 a 49 años, que no
habían sufrido ningún episodio de trombosis con anterioridad, entre 2001 y
2010.
Más concretamente las probabilidades de padecer un episodio de trombosis eran
superiores en el caso de las mujeres que utilizaban un método
anticonceptivo preparado a base de levonorgestrel. Un porcentaje que en
el caso del anillo vaginal era de hasta 6,5 veces superior con
respecto a mujeres de la misma edad que no tomaban hormonas. Respecto al
parche anticonceptivo, las posibilidades pueden ser ocho veces
superiores. Según el estudio, el riesgo en el caso de las mujeres que optaron
por el implante subcutáneo era inferior, pero no con el dispositivo intrauterino
de progesterona.
A pesar de estos resultados, los investigadores daneses recuerdan que se
trata de un riesgo reducido, y que para que el efecto de cada
método se equiparara en la población sujeta a estudio, 2.000 portadoras de
anillo vaginal y 1.250 mujeres con parche transdérmico deberían cambiar a la
píldora.
También desde la Sociedad Española de Contracepción han
querido tranquilizar con respecto a estos resultados recordando
que el riesgo de trombos en las consumidoras de anticonceptivos
hormonales es muy bajo, aunque han reconocido la importancia de este
estudio contradiciendo la creencia de que todas las vías de administración, ya
fueran orales o no, tenían un nivel de seguridad similar.