20 DE OCTUBRE DE 2015
Y por fin llegó el gran día!, después de varias cesáreas programadas y desprogramadas, porque esta niña daba más vueltas que una lavadora, la ginecóloga me dio como fecha límite para inducir el parto el día 20 de octubre….Yo me concentré de lo lindo, pero no me puse de parto.
Toda una odisea, una intriga hasta el momento final!.Como la niña no paraba de dar vueltas, se colocaba y se descolocaba, me propusieron hacerme la versión cefálica externa, cosa que me negué, y les dije que dejaba actuar a la naturaleza; sus hermanos estuvieron hasta casi al final atravesados también, y encontraron el camino, así que mi chiquitilla no iba a ser menos.
La recta final del embaraza ha sido una locura. Me han tenido súper controlada por el tema de que no se colocaba la niña, y yendo y viniendo al hospital.
Cumplía el día 10, y el día 12 me sentí rara, y decidí ir al hospital (en qué hora…), allí me dijeron que tenía la niña atravesada, que me ingresaban y que esperaban a ver si me ponía de parto, y si no, al día siguiente me hacían la cesárea….dije que NO!, mi pareja se puso verde y me clavaba su mirada como diciéndome: ¿estás loca?.Les conté la historia de mis otros dos partos, que también estuvieron atravesados hasta el final, patatín, patatán….. Como no tenía contracciones y solo 1 cm de dilatación, me dejaron ir bajo mi responsabilidad (toma ya!).
Me volvieron a “intentar” programar la cesárea el día 15 de octubre, pero dio la casualidad que no había quirófano (bien!), así que me dijeron que me daban como límite el día 20, que entrara a las 8:30 h por urgencias a la zona de paritorios, en AYUNAS!, y que me harían una ecografía, y que si estaba atravesada, cesárea, y si estaba colocada, inducían el parto.
La noche de antes cene poquito, me concentré para que se colocara y ponerme de parto yo solita (pero no hubo manera), me pasé la noche entera sin pegar ojo porque el peque (ahora el mediano), tenía fiebre, incubando unas bonitas anginas
Llegó la mañana, yo nerviosa, sin dormir, mal cuerpo. Vomité, me despedí de mis peques (los abuelos los llevaron al colegio); volví a vomitar en el garaje (creo que de puro nervio).
Llegamos a urgencias, aparcamos en la quinta puñeta. Y yo con mi barriga y carpeta con documentación debajo del brazo, allí que me presenté, muerta de miedo, me temblaban las canillas, y sólo pensaba en que todo saliera bien, fuera como fuese.
Me encontré con una conocida, que estaba en la sala de espera, porque a su hija le estaban haciendo la cesárea….
Me llamaron, entré, ecografía y…………………LA NIÑA ESTABA COLOCADA, YUHUUUUUU!.Desnudarme, camisón, y a la habitación de dilatación. Me metieron oxitocina en vena, me pusieron las “correas” para controlar las contracciones y el latido inalámbricas y pusimos el hilo musical, que estaba sintonizado Melodía FM, y a BAILAR!!. Entre contracción y contracción bailaba y me entraba la risa. Mi pareja se ponía verde, diciéndome que cómo podía bailar y estar tan pancha!Me rompieron la bolsa, para acelerar la cosa, y en el primer tacto que me hicieron dice la ginecóloga: toco un pie!No podía ser!. Cambió la cara y dijo: no, es la mano, que la tiene colocada encima de la cabeza, si no la quita, habrá que hacer cesárea!.Ayyyyyyyy!, la cesárea otra vez acechaba. Cada ratito me metían mano, para precisamente, quitarle la mano de la cabeza a la peque, y yo veía las estrellas.En cada contracción se veía que sufría algo la peque, y el padre de la criatura estaba malo, solo le faltó sacar el cuchillo jamonero y sacarme él la criatura.
Rápidamente estaba de 5 cm, me llevaron a quirófano a ponerme la epidural. Las contracciones eran cada vez mas seguidas y dolorosas. Volví a la habitación de dilatación, y yo seguía sintiendo todo, la epidural no hacía efecto!, y me entraron ganas de empujar.
Que quiero empujar!, decía yo….las ginecólogas no se lo podían creer: ya, tan rápido!
Otra vez me metieron mano y vieron que estaba completamente dilatada. Corriendo al paritorio. Estaba lleno de médicos: pediatras, ginecólogos, anestesista…por si me tenían que hacer cesárea en el último momento.
En un primer momento no dejaron entrar a mi pareja. Me agarré a la matrona, yo veía a todo el mundo preparado para la acción, uno con ventosa en mano, todos mirándome el chochete….Empuja, empuja, venga, que ya ha quitado la mano de la cabecita…….que entre el padreeeeeeeeeee!Entró el papá, y al siguiente empujón sacó la cabecita la niña, con una vuelta de cordón que se la quitaron al momento, y otro empujón y fuera!., las 17:35 horas.
Todo estaba bien, mi niña había nacido bien!, nos pusimos a llorar padre y madre como tontos. Me la pusieron encima, era tremenda!, los ginecólogos hacían apuestas sobre su peso: 4.110kg y 52 cm.La cogió el pediatra, me dijo que era una niña sanísima, que todo había salido muy bien, y me la volvieron a poner encima, se enganchó a la teta como una jabata!.La epidural no me hizo efecto, sentí todo el parto, pero fue realmente emocionante, y no lo recuerdo como un dolor horrible; sentir nacer a mi hija fue expectacular para mi, una sensación inolvidable!.Subimos a la habitación y ya estaban los abuelos y mis hijos!, fue emocionante, se me siguen cayendo las lágrimas con solo recordarlo.
Sus hermanos la miraban con ojos como platos, asombrados!, nos fundimos en un abrazo.Cuando ya se fueron todos, fue a hacer pis con las enfermeras, porque si no, no me dejaban comer, y yo estaba muerta de hambre!. Mee un río entero, madre mía!, y me trajeron la cena. Me la comí como si no hubiera un mañana. De madrugada cayeron otros dos bocadillos de JAMÓN!Nos quedamos papá, mamá y niña, tranquilos. Con la niña en la teta, estimulando que subiera la leche, yo cansada pero en un estado de felicidad absoluto!
Y ya somos familia numerosa!