Publicado por valedeoro en 23/03/2011 bajo minimalismo |
Y pregunta @jeronimosanchez con razón: ¿“cómo concuerda la re-utilización con el minimalismo”? El minimalismo propone deshacerse de las cosas que ya no utilizas más. La reutilización significa quedarse con algo a pesar de que ya no puede servir para su propósito inicial. Por un lado este acto evita el despilfarro, y por el otro incluye el riesgo real de acumular por acumular. Para distinguir en qué categoría se puede incluir la reutilización de un objeto en concreto se pueden utilizar estas dos preguntas:
¿La reutilización evita la compra de otro objeto?
Al preparar la cena a la luz de velas para la hora del planeta te das cuenta que solo tienes las velitas pero nada más para adornar la mesa. Decides coger los frascos de vidrio de los últimos 5 yogures para poner las velitas dentro. Has reciclado / re-utilizado los frascos para evitar la compra de un objeto al que a lo mejor no le darás mucho uso, así que ha sido una solución muy minimalista.
¿El nuevo uso satisface una necesidad real?
Después de la cena decides guardar los frascos para la próxima cena. Además empiezas a guardar los frascos de los yogures conforme los vas consumiendo, y aunque de vez en cuando los utilizas para poner las velas, ya no estás reciclando sino simplemente guardando vidrio en tu armario.
Por supuesto no siempre es fácil hacer la distinción. El primer par de pendientes a base de cápsulas de Nespresso puede ser una idea ingeniosa. El par número 20 ya roza la obsesión. El mejor reciclaje es siempre aquel que no hace falta porque se han evitado los residuos. Cambiar de Nespresso a una cafetera con filtro de papel ayuda más al medio ambiente que todos los pendientes a base de cápsulas que puedas confeccionar.
El minimalismo, especialmente en combinación con la sostenibilidad, favorece a la re-utilización, pero siempre en su justa medida.
¿Cuándo reciclas algo? ¿Cuándo te decides conscientemente por no reciclarlo en tu casa?
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Foto: girl named fred / flickr