Ahora mismo, en la Antártida, se ha desprendido un iceberg del tamaño de Luxemburgo y, aunque los entendidos dicen que no tiene que ver con el cambio climático sino con los movimientos naturales de las capas de hielo, uno, desde su ignorancia, sigue dudando que haya tanta naturalidad en los desprendimientos glaciares, en las lluvias torrenciales del Atlántico, en las inundaciones del sur, en los aludes del norte... No sé.
En cualquier caso, es de suponer que la madre naturaleza es muy sabia y sabrá lo que se hace. Y parece que el Gobierno de Zapatero se ha contagiado de esa improvisación para convertirse en el Gabinete más impredecible del planeta. Se necesita un mapa de ruta para saber qué están pensando y qué piensan proponer, cada dos horas, más o menos.
Como lo oyen. Mientras la crisis económica va al galope y aquí nada hace pensar que haya un plan serio para salir del pozo, van ahora los sindicatos y se manifiestan para exigir al Gobierno que ojito con el trabajo y ojito con la edad de jubilación.
Pues qué quieren que les diga. Que después de dos años largos de crisis, sin una medida seria, con una política económica con más vaivenes que el péndulo de Foucault, van ahora los sindicatos y como que se dan cuenta de que la cosa no funciona. Y ese autismo es difícil de entender. ¿Hubieran tardado tanto en movilizarse e incluso en plantear una huelga general si en la misma situación el Gobierno hubiera sido de derechas? Pues va a ser que no.
Sanseacabó Nº 71, emitido por 98.3 Radio