Hay algo que tiene de particular la biblia con respecto a otros libros considerados sagrados para otras religiones. Esto es el perdón y la misericordia de parte de Dios. Según la palabra de Dios, los seres humanos hemos cometido muchos errores, cosa que es muy evidente. De hecho hay quienes dicen que uno de los derechos humanos es el derecho a equivocarnos. Estos errores han hecho una separación entre nosotros y Dios porque aunque Dios ama al pecador no ama el pecado.
Viendo que el ser humano no podía cambiar por sí mismo y no podía o no quería acercarse a Dios, Él se acercó a nosotros y nos vio en nuestros errores, nos vio que no podíamos salir del problema en que nos habíamos metido. Entonces optó por acercarse y tener misericordia.
Impresiona mucho unos pasajes que nos ha recordado una sierva de Dios en unos mensajes recientes. El primero está en Ezequiel 16 y el segundo en Oseas 2. Si pueden leerlos que bien les va a hacer. Hace una alegoría de un matrimonio la relación de Dios con su pueblo. En el primer pasaje nos dice que la novia era inmunda y no era de un buen linaje, pero que Dios pasó por allí y la vio y la limpió, la adornó con vestidos lujosos, la alimentó con aceite y vino, la adornó con joyas y se formalizó el matrimonio. Pero ella se prostituyó, se hizo adúltera y se fue con muchos amantes. En el segundo pasaje nos muestra como Dios a pesar de haberle traicionado su pueblo, en medio de su castigo en el desierto lo va a buscar y lo vuelve a enamorar y lo quiere perdonar y lo hace olvidar de su pecado. Esto hay que entenderlo en la misma alegoría que hacen dichos pasajes. Es decir en el matrimonio.
¿Seríamos capaces de ir a buscar a nuestra pareja cuando nos ha traicionado y volverla a enamorar y amarla y perdonarla y olvidar su infamia? Algunos a lo mejor a su pareja sí. ¿Pero seríamos capaces de buscar a quienes nos ha ofendido, que no es nuestra pareja y sentir compasión y misericordia y perdonar sus ofensas? Muchos casos de estos suceden en los matrimonios y terminan en asesinatos. Algunos hombres aún teniendo ellos la culpa de una separación, no son capaces de aceptarlo y matan a sus parejas. Esta es la gran diferencia entre las religiones y la enseñanza que nos trajo Jesucristo. Que aunque nosotros hemos estado lejos de Dios, practicando pecados, desobedeciendo a Dios. Dios se manifiesta a través de Jesucristo y nos viene a buscar, nos quiere limpiar de nuestras inmundicias y nos quiere perdonar, nos quiere hacer olvidar nuestros errores y transgresiones, porque Él ya lo ha olvidado. Solo necesitamos decir sí a su perdón, sí a su redención, sí a su amor. Cuando uno primeramente recibe ese perdón de parte de Dios, está más capacitado para perdonar a los demás. Ya no se queda solo en el lado del receptor de perdón y misericordia, sino que también siente que debe ser misericordioso y perdonador.
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores. Cristo murió por nosotros. Ro. 5:8