La Sierra Norte de Guadalajara es abundante en pinos, frutos de la repoblación que se llevó a cabo en los años sesenta y setenta. Según unos para sujetar la erosión, según otros para paliar la despoblación. Aunque hay pinus níger y algunos resineros y/o piñoneros, la mayoría son silvestres. Hoy los pinares ocupan una superficie significativa de nuestra sierra
El dios egipcio Osiris personificaba en un pino para enseñar el cultivo de las vides y de los árboles frutales. En el mundo celta, el pino era un árbol sagrado y su tala estaba prohibida, siendo multada con una vaca. Los bretones lo consideraban un árbol jefe, apreciado por su nobleza y que se utilizaba para fabricar punzones.
La mitología griega lo asocia al dios Baco, que castigó al rey Penteo por burlarse de las bacantes y lo sentó en la copa de un altísimo pino. En Roma el pino estaba consagrado a Dioniso; el dios Pan aparece coronado con ramas de pino.Pero su origen se asocia al dios frigio Atis, hijo de la ninfa Nana que fue criado por una cabra y se hizo pastor. La diosa Cibeles se enamoró de él y lo asoció a su culto. Cuando Atis quiso casarse con la ninfa Sangaritis, Cibeles se puso celosa y lo llevó a un estado de locura tal que se castró. Consciente de su perdida de hombría, Atis quiso suicidarse, pero la diosa lo convirtió en pino. Por ello sus sacerdotes debían ser eunucos y cada año realizaban un ritual de llanto en su memoria.
Quizás por todo ello, los serranos y los visitantes miran con devoción a los pinos, conscientes de que sin ellos, la Sierra Norte no sería un paraíso al alcance de todos.
Lar-ami
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