Revista Opinión
Recientemente se han cruzado varios artículos y comentarios en blogs que me parecen interesante analizar en una cálida tarde de verano como esta. Hablo del artículo de Sami Nair "La impotencia de la Izquierda", y de los comentarios de Juan Torres y Carlos Martínez, compañeros de ATTAC. Fundamentalmente se trata de ver cuál es la salida política a la Crisis desde la Izquierda, y sobre todo desde qué Izquierda. Sami Nair establece una teoría ampliamente aceptada de que la Socialdemocracia europea ha tenido, poco menos, que darse como si de brea funeraria se tratase al fuego del Dios Mercado. La Alemania de la señora Merkel, dice Nair, ha impuesto brutalmente su filosofía conservadora a los tres Gobiernos socialdemócratas del sur de Europa (España, Portugal, Grecia). Y los partidos socialistas en la oposición en el resto de Europa, siguen con el rumbo perdido: "En Alemania, el SPD critica con razón las medidas antisociales de Merkel, pero su programa es de una confusa ambigüedad sobre lo que podría ser una respuesta a la crisis. (...) En Reino Unido, el Partido Laborista está aniquilado, su programa se parece como una gota de agua al del partido del actual Gobierno conservador. En Francia, el Partido Socialista sigue en la inopia, no propone ninguna seria alternativa socioeconómica al Gobierno...""Sobre la impotencia de la Izquierda", es el título de Juan Torres, en él se da un paso más en considerar que lo que Nair llama Izquierda, la Socialdemocracia, ha dejado de ser la solución para pasar, poco menos, que a ser el problema: "Yo tengo la convicción de que las políticas socialdemócratas que no se basan en la movilización social y en el empoderamiento de la ciudadanía terminan siendo un simple sostén de las políticas liberales". En el fondo Juan Torres y sobre ello ahonda Carlos Martínez ("A vueltas con Izquierda y Socialdemocracia"), se plantean abiertamente (aunque no literalmente) la creación de un Espacio a la izquierda del PSOE, dando por perdida la posibilidad de giro a la izquierda de esta formación, no así de sus militantes y votantes que pudieran dar el sorpasso hacia una formación nueva, una nueva Nueva Izquierda, un Die Link, o un modelo más verde al estilo de Cohn Bendit. Y claro esto es lo mismo que pretende Izquierda Unida con la llamada Refundación de la Izquierda y que ni si quiera ha conseguido agrupar el espacio político de la nueva Izquierda Anticapitalista.Ante esto hay que pensar en que sigue habiendo problemas en el planteamiento de qué entendemos por Izquierda, cierta izquierda esta opuesta a la misma izquierda, ni si quiera nos reconocemos en la misma orilla como para caminar en un proyecto común. Si la solución es que avanzamos en una estrategia en la que para conseguir un 20% del electorado (máximo éxito de Die Linke en Alemania) pongamos a la derecha más derecha en el poder, pues no creo que esa sea la solución. En Barcelona en 1936 la gente del PSUC se liaba a tiros con los del POUM y la CNT, luego los comunistas del PCE asesinaron a su líder Andreu Nin, cuatro años después en México llegó el famoso piolet de Ramón Mercader. Entonces nos matábamos para saber quién era el que era de izquierdas, ahora al menos sólo nos ignoramos, algo hemos avanzado. Hoy hay gente que sigue considerando a Cuba el paradigma del Estado Socialista y otra gente pensamos que desde la izquierda esto es una simple Dictadura. De momento hace mucha calor, ya mañana será momento de seguir... ¡un café con hielo! (ah, dejen sus comentarios y prometo una segunda parte).