El planteo de Mourinho

Después de su imponente pase a la final de la Champions League, las opiniones del mundo del fútbol apuntan directamente a Mourinho y el dispositivo táctico que empleó para provocar el tropiezo duro del Barcelona de Guardiola. Están los que se rasgan las vestiduras porque Mourinho eligió dejar de lado la pelota y canalizar todos sus efectivos en la faceta defensiva, y los que consideran al portugués un héroe de la estrategia, un Maquiavelo 2.0. Ni una sola vez tuvo que esforzarse Víctor Valdés, porque el Inter no concretó un solo ataque. Si la postura inicial neroazzurra fue de abroquelamiento, la expulsión exagerada de Motta redobló los cerrojos y convirtió a Diego Milito y Eto´o en laterales bis. Todo un ejercicio defensivo casi perfecto para bloquear los espacios, anular a Messi y también esterilizar a Xavi, que recién pudo dar un pase filoso para el 1-0 de Piqué.

Fue un esquema de conservación pura, basado en la concentración de todos los jugadores del Inter, defensivo por donde se lo mire. Nada lindo para observar como espectador, anti-estético totalmente, desagradable y todo lo contrario de lo que pregona el Barcelona. Los amantes del buen fútbol dicen que el 28 de abril pasó a ser el día del anti-fútbol mundial. Pero era lo que había que hacer, un trabajo sucio y repulsivo. Nada sencillo de llevar a cabo.

Desaprobaría ese estilo de (anti) juego en cualquier ocasión, menos en ésta. Porque enfrente estaba el mejor equipo del mundo, que con el tiempo puede llegar a quedar retratado como el mejor de toda la historia. El mejor equipo de toda la historia del fútbol, palabras mayores, en mayúsculas y letras doradas. Y encima estaban furiosos, porque se les había tocado el orgullo en la ida y necesitaban dos goles mínimo, en su propia casa, un Camp Nou que amenazaba guerra en la sala previa a la final de la Champions League. No tenía nada que ver con los primeros 90 minutos. Todos esos factores y circunstancias, sumado al 3-1 de la ida que ponía en ventaja a Inter, convalidan, a mi entender, el método aplicado para poder terminar con los mejores de los mejores.

En la ida, los italianos, en San Siro, se supieron manejarse en defensa y en ataque. Empezaron perdiendo y lo dieron vuelta 3-1, con contundencia arriba y anestesia para desactivar al Barça, que tuvo un 80% de la posesión en la zona donde no puede hacer daño, a 30 metros del arco de Julio César y tirando centros aéreos -incluso sin Ibrahimovic- por la inexistencia de rincones libres para jugar por abajo. Fue una vuelta fue de puro entramado, sinergia, sacrificio y trabajo colectivo para aguantar lo que amenazaba ser un terremoto blaugrana, que con espacios y huecos hace destrozos . Había que aguantar los dos goles de ventaja, no era un partido más, era una serie de 180 minutos contra el equipo que aspira a quedarse el trono de mejor combinado de todos los tiempos y que ganó todo lo que deseó. Inter no siempre juega así ni creo que lo vuelva a hacer, de hecho a Chelsea lo eliminó a base de ataques y posesión. Barça no pudo encontrar la manera de descifrar semejante ecuación. Era la fórmula necesaria para sepultar al Pep Team.

¿Estás de acuerdo con el planteo que utilizó Mourinho para tapar los caminos del Barcelona y llegar a la final de la Champions League?