
Hoy todo parece girar en torno a proyectos. El cambio constante y acelerado lo exige. Por eso, las “tareas repetitivas” parecen estar puestas en cuarentena. Y es que frecuentemente la repetición inconsciente produce cierta ceguera ante los cambios. Es lo que se llama “ceguera de la desatención“. En estos casos es obvio que las rutinas no son adaptativas ni inteligentes. Producen parálisis. Es aquello de “estar toda tu vida dando vueltas en círculo y creer que estás avanzando”.
Al mismo tiempo, y aunque pueda parecer contradictorio, la perseverancia es fundamental para alcanzar objetivos. Un ejemplo de ello es cómo los nuevos hábitos solo se pueden lograr vía rutina y repetición. Pues bien, lo que yo quiero defender aquí es cómo la realización sin fisuras de ciertas rutinas o “tareas repetitivas” es un componente esencial de cualquier proyecto u objetivo. Y más concretamente me refiero a ciertas “best practices individuales” que, si nos pusiéramos a analizar a fondo nuestro trabajo, descubriríamos que suelen estar por debajo de nuestros pequeños o grandes éxitos. Cambian poco con el tiempo y nos hacen más eficaces. Concretarlas, hacerlas lo más medibles posibles y mantenerlas en tu foco de atención también ayuda a ser más productivos. Yo las suelo llamar “claves” y con ellas suelo ayudar a construir un “mapa de claves” o “GPS personal”.
* He de señalar que, aunque GTD contempla las “tareas repetitivas” o rutinas, esto que estoy contando es algo que me resulta difícil de encajar totalmente dentro de GTD (a ver qué me dicen aquí mis compañeros GTDistas…). A veces creo que esto está cerca de las “listas de control” (yo en concreto lo llevo así a la práctica) pero creo que son un tipo muy especial de rutina y también entiendo que GTD no tiene porqué abarcarlo todo…Estoy hablando de “claves” como “Empezar el día madrugando a las “X” horas, realizando una tabla de estiramientos suaves durante “Y” minutos y tomando un desayuno fuerte consistente en “Z”“. Si te pones a buscarlas cuesta encontrarlas como si se tratara de setas: hay muchas pero no todas son buenas. En “lo laboral”, orientativamente, pueden ser una docena y pueden identificarse por puesto o individuo. A modo de ejemplo para alguna persona podrían ser:
- Redactar un post semanal, habiendo realizado un mapa mental previo e incluyendo al menos 5 links de valor.
- Realizar una llamada mensual a mis 10 contactos preferenciales habiéndola preparado previamente para seguir los temas de su interés o compartir algo.
- Realizar una revisión semanal de todas mis listas de tareas y proyectos dedicándole al menos una hora.
- Leer un libro al mes relacionado con las temáticas X, Y, Z…
- Redactar el informe trimestral “X”recopilando semanalmente la información relevante para el mismo.
¿Tienes claro tu “mapa de claves”?, ¿Qué rutinas o claves has descubierto que son más valiosas para ti?
