- Palabras exactas y buena ortografía para dejar una magnífica impresión.
- Ideas organizadas y expresadas de modo claro, evitando así confusiones y malos entendidos.
- Correcta distribución de la información. Una cosa por frase, párrafos cortos y puntos y aparte bien dispuestos para distinguir un asunto de otro, un momento de otro.
- La información es unitaria. Trata solo de un asunto que tiene diversas facetas, a modo de poliedro, pero que compone un todo. No se dispersa en cuestiones diferentes, pues se juega la coherencia.
- También es completa, no le falta nada: la hora y el lugar en que todo ocurrió, su protagonista principal bien descrito, los detalles de cómo se comportó… Está expresado de una forma natural y sencilla; hasta alguien con un nivel básico entendería el mensaje.
- Y no deja ningún cabo suelto, lo que termina lo empieza.