“Comienza tu día con una sonrisa, verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo” (Mafalda)
Acabo de encontrar unos datos muy interesantes relativos a algo importante en la vida: la sonrisa. La fuente son varias investigaciones reseñadas en un “TED Talk” de 2011 que ha sido visto más de 4 millones de veces. Son de esos datos curiosos que te redescubren lo que siempre supiste pero que también te reactivan y te animan a pensar en cómo tú realmente puedes conseguir grandes mejoras en tu vida perseverando en el cambio de pequeños hábitos.
¿Cuántas veces sonríes al día?
Sí, es una pregunta difícil de responder con una cifra…. aunque para muchos es clara la sensación de que vivimos déficit de sonrisa y que esto pasa sobre todo en los entornos profesionales donde abunda mucho la cara de sepia. Algo tendrá que ver ese 87% de personas (Informe Gallup) que dicen no sentirse comprometidas con sus empresas.
Según Ron Gutman, la mayoría de nosotros sonreímos entre 5 y poco más de 20 veces al día, y esto está muy por detrás de las 400 veces que parece sonreir al día un bebé. Nacemos sonriendo (algo que se ve bien cuando los bebés duermen o escuchan la voz humana)… incluso -según nos muestran las nuevas tecnologías- los bebés parecen sonreir antes de nacer…. y esto es algo que sucede en todas las culturas.
Quizás podríamos pensar que tan solo es un fenómeno evolutivo y normal. Sin embargo, parece que la química de la no-sonrisa no es demasiado buena ni para nuestra salud ni para nuestra productividad.
La sonrisa es productiva
La cuestión es que un buen número de investigaciones relacionan la amplitud de la sonrisa con el éxito y el bienestar a lo largo de la vida. Otras la llegan a vincular incluso a la longevidad e incluso hay un estudio que señala que cuando uno sonríe no sólo parece más apacible y cortés sino que parece más competente a los ojos de los demás.
En cualquier caso, la sonrisa no es meramente un síntoma de que nos sentirnos bien sino que -por aquello de la relación entre lo físico y lo emocional- sonreir hace que nos sintamos bien (parece que activa las sensaciones de recompensa más aún que el chocolate). Dicho de otro modo, si nos provocamos la sonrisa, nos sentiremos mejor, ya que la sonrisa:
- ayuda a reducir el nivel de las hormonas que aumentan el estrés tales como el cortisol, la adrenalina y la dopamina
- aumenta el nivel de hormonas que levantan el ánimo como la endorfina
- reduce la presión sanguínea.
¿Y tú?, ¿qué cara sueles llevar y qué efectos tiene en otras personas? Recuerda que el respeto, el aprecio, la apertura y el interés genuino por las personas son elementos básicos de cualquier relación productiva y saludable y que están ligados a una percepción de señales de positividad por tu parte. ¿Acaso se pueden transmitir señales emocionales positivas sin sonrisa?
Así pues, y si quieres trabajar una sonrisa contagiosa, aquí abajo encontrarás una sugerente charla de 7 minutos :-))