Revista Cultura y Ocio

El pop de Zahara resuena en Valladolid

Publicado el 15 abril 2012 por Ruta42 @ruta42
El pop de Zahara resuena en Valladolid

Zahara en concierto. Fotografías de Doc Pastor.

Con un pantalón vaquero, camiseta verde y acompañada de Sergio  Sastre de Miss Caffeina se presentó Zahara en Valladolid. La cita era en la Sala Borja, un lugar habitual de teatro y que por un día se llenó de música.

La cantante andaluza presentaba en la capital castellanoleonesa su último álbum, La pareja tóxica, dentro del ciclo de conciertos que se celebran a propósito del festival de música Valladolindie. Con cuarto de hora de retraso, Zahara entraba a un escenario decorado por una lámpara de pie, varias sillas de los años cincuenta y una guitarra que más adelante perdería su función de atrezzo por unos instantes.

“Gracias por venir a…por venir” saludaba Zahara a su público, que apenas lograba llenar las primeras filas del auditorio. Comenzaba entonces el concierto, y lo hacía con En la habitación, una de las canciones más carismáticas de su anterior trabajo, (La Fabulosa Historia de la Chica que…), editado en 2009 y donde todas las canciones son anillo al dedo para el acústico.

La pareja tóxica, sin embargo, supone una evolución hacia un sonido más maduro e instrumental, razón por la cual su puesta a punto en el escenario causaba una mayor expectación,  que acababa ya con la segunda canción, La mujer mayúscula y el mar. Toda la intensidad emocional de la canción quedaba entonces en manos de la cantante, o mejor, en su voz. Una voz que interpreta un personaje, a la mujer mayúscula en este caso y más tarde a tantos otros, a los que la intimidad y cercanía del concierto les sentaba bien.

El repertorio siguió con más temas de La Pareja Tóxica: El Universo, El lugar donde viene a dormir el amor, Del invierno, General Sherman y cómo Sam Bell volvió de la luna. Esa última canción había sido la fusión de otras dos, una sobre el General Sherman de Zahara y otra sobre Sam Bell de Sergio. Ambas fueron compuestas casi simultáneamente, y resultaron contar historias similares. “En realidad la canción tiene muy poco de Sergio” bromeaba la cantante “y él también tiene micro, sino se defiende es porque no quiere”.

El pop de Zahara resuena en Valladolid

Zahara con su compañero Sergio, de Miss Caffeina.

Siguieron sonando canciones del segundo álbum, primero Camino y más tarde El leñador y la Mujer América, con una anécdota que Zahara resumía en una frase “es una canción corta, extraña y nadie sabe de qué va, pero por mis huevos que se metió en el disco”. Quizás por el escaso número de público, quizás por las intervenciones cuidadosamente espontáneas de Zahara, o quizás por ambas, el concierto tomaba poco a poco un ambiente cálido y agradable.

Pero no todas las circunstancias iban a ser favorables, y menos en viernes 13: Zahara rasgaba las cuerdas de su guitarra, y rompía una de ellas. Se veía entonces obligada a utilizar la del decorado, aunque no por mucho tiempo, gracias al trabajo del pipa David que solucionaría el problema justo cuando Zahara terminaba de afinar la otra. David se llevaría entonces una amplia ovación por parte del público; mientras, Sergio aprovechaba por abrir su segunda lata de cerveza.

Antes del incidente, la cantante había pronunciado una frase, que no había sido en vano “Siempre quise ser rubia porque desde pequeña quería ser Olivia Newton John”. El siguiente tema era una versión del famoso musical Grease. La cover resultaba simpática, y el público se arrancaba a aplaudir, pero por supuesto no a cantar: lo cierto es que las butacas de un teatro no crean el mejor ambiente para ponerse de pie a corear cuanto menos los estribillos. Tampoco hacían un favor al público los flashes de una cámara que se mantuvo fotografiando desde la mitad del concierto en adelante.

Llegaban entonces los agradecimientos de público, a los que volvían cada vez que Zahara tocaba en Valladolid, a quienes la escuchaban por primera vez en directo y por supuesto a los que la acompañan durante toda la gira. “¿Hoy es el cumpleaños de Clara, verdad?” preguntaba Zahara a las primeras filas, donde se sentaba sus más acérrimos fans. Así era, y el resto del auditorio respondió cantando el clásico cumpleaños feliz, “luego te regalo una púa” prometió la cantante.

Camino a L.A sonó después, pues no podía faltar una de las canciones más sórdidas y penumbrosas de su discografía, pero también de las que mejor acogida ha tenido entre sus fans. Llegó luego el momento de otra versión, esta vez de uno de los artistas españoles por excelencia: América, de Nino Bravo. El caso de emergencia vino después, “es que se ha olvidado antes”, reconocía ella.

El pop de Zahara resuena en Valladolid

Camino a L.A fue una de las canciones más esperadas por el público.

Zahara había ya salido y entrado al escenario, y el concierto se suponía casi finalizado. Parecía ya que iba a renegar del éxito que le llevó a la fama, y fue entonces cuando sonó Merezco “ya sabéis, la canción de la vuelva ciclista”, comentaba irónicamente.

Volvió a salir y a entrar al escenario para regalar una última canción. “Esta me la llevan pidiendo mucho tiempo en los conciertos” comentaba, y alguien del público respondía “¡Domingo Astromántico!”, una canción que Zahara ha interpretado en diversas ocasiones pero que no es suya, sino de Love of Lesbian, que actuarían precisamente un día más tarde.

La canción no era obviamente Domingo Astromántico sino Olor a Mandarinas, de su primer disco, pero no hablaba de amor sino, según la cantante, “de cómo hacerlo”. “Llevo mucho sin ensayarla, pero yo lo intento”, y al público le gustó. Un público pequeño pero fiel y al que Zahara consiguió de nuevo no defraudar. Pues hasta la próxima, chica pop.

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Dafne Calvo

Por afecto o por defecto, pero me encanta el periodismo. Sueño con un mundo dibujado sobre viñetas, donde esté prohibido comer palomitas en el cine.

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