Revista Humor

El porqué de los pedos y su clasificación

Por Losplatoscomoojos @platoscomoojos

Cuesco, flatulencia, regüeldo, ventosidad, zullón, tufo,...cualquiera de estos términos valdrían para referirnos a los pedos. Un compañero natural, fiel y rebelde en ocasiones, al cual incluso le han dedicado una oda: 

No es algo indecente, ni tampoco es feo no es ningún delito, el tirarse un peo. El peo sólo es, un poco de viento y uno no puede morir, con el enemigo adentro.Conocidas de sobra son sus señas de identidad, sin embargo hay una serie de cuestiones en torno a este distinguido señor que resulta de interés aclarar.La primera de ellas se centra en el origen del huracán, es decir, porque nos los tiramos. La explicación, un tanto científica es la siguiente:  

El porqué de los pedos y su clasificación.
A lo largo del día se "traga" una gran cantidad de aire (el mayor de sus componente evidentemente es el oxígeno), captado por el cuerpo antes de llegar a la zona intestinal, por lo que una vez que el aire llega a dicha zona lo que queda en mayor proporción es nitrógeno. Posteriormente las reacciones que se provocarán entre el ácido propio del estómago y los fluidos de los intestinos pueden provocar la generación de dióxido de carbono, como resultado del trabajo bacteriano. Unas bacterias intestinales que también provocarán hidrógeno y metano. Ahora bien, ¿qué alimentos me generaran pedos a discreción?; pues fundamentalmente aquellos ricos en carbohidratos complejos: alubias, cebollas, leche, castañas, alcachofas, cerveza, pimientos, uvas pasas...Unos carbohidratos, en parte resistentes a la digestión y que llegan al intestino delgado sin sufrir alteraciones de importancia. De esta manera cuando son recibidos en el intestino grueso, sus bacterias se darán un festín produciendo gases en cantidades industriales. Así por ejemplo, una persona no tolerante a la lactosa, en el momento que consuma lácteos y la lactosa no sea "tratada" antes de alcanzar el intestino grueso, se convertirá en un alimento seguro para las bacterias produciendo grandes cantidades de gas, es decir, cuescos en potencia. Luego vendría: porque se asemejan al delicado olor de las rosas frescas Este olor proviene de cantidades pequeñas de sulfuro de hidrógeno y mercaptanos en la mezcla, unos compuestos con contenidos en azufre. Además rico en compuestos como el indol y escatol, la carta de presentación del señor tufo será más que pestosa. Como dijimos alimentos tales o como los huevos cocidos, la coliflor o la carne, tendrán una alta cuota de responsabilidad en los grados de hedor en los pedos; mientras que las leguminosas (alubias o frijoles) producirán gran cantidad de pedos sin ser olorosos.
El porqué de los pedos y su clasificación.
El caso es que maloliente o no, producimos alrededor de medio litro de gas por día, soltando diariamente un promedio de 14 "regalitos". Regüeldos que serán percatados dependiendo de varias circunstancias que pueden jugar a nuestro favor, o lo que es lo mismo, todo depende de: las condiciones atmosféricas y la velocidad de la humedad en el momento de soltar el proyectil, la temperatura del ambiente, el viento y su dirección, el peso molecular del amiguito y su dispersión. Aunque todos estos factores no te salvarán del sonrojo si te lo tiraste en un zona cerrada o restringida (ascensor, tienda al comprar el pan, consulta del médico, autobús o metro,...), ya que el pedo permanecerá en el ambiente y dependiendo de su densidad, incluso se podrá hasta masticar.
Un asunto asimismo que no atiende de géneros, puesto que son tan pedorras (más calidad aunque menor cantidad) ellas como ellos. Los de las mujeres con mayor concentración provocan un olor más fuerte, sin embargo los de los hombres vienen armados con un volumen superior. Pero el hecho de que igualen el número de moléculas al fin y al cabo los presenta como ganadores empatados en hedor.

Por último, es conveniente reseñar una cuestión: ¿A que se debe su diversa variedad de sonidos?Pues esencialmente a las distintas vibraciones dadas en la abertura anal (zona del ojete), conjugadas con la velocidad de salida y lo rígido o relajado en el momento del pedorreo. Otorgándoles esta cohorte de mecanismos y mezclas previas, a continuación una seleccionada e imprescindible clasificación: 1. El pedo anticipado: advierte que va a salir antes de entrar en acción. Te puede librar de una situación incómoda controlando al rebelde huésped, para soltarlo después alejado de miradas ajenas.2. El pedo bañera o tu jacuzzi particular: Una explosión de burbujas sin control, con sonido surround de última generación y un olor que dependiendo de su volumen puede terminar con tu placentero baño en un pis-pas.3. El pedo asiento trasero o cochecito: tirado con disimulo con el ojete pegado al asiento del coche, creyendo que el ruido del tráfico te puede salvar. No obstante, su textura consistente y pesado olor pronto delatará tu osadía por peerte en pleno viaje veraniego. Pronto sufrirás las iras del personal.
El porqué de los pedos y su clasificación.
4. El pedo de plomo: cae por su propio peso. Maduro y cocido a fuego lento, se desliza lentamente como quien no quiere la cosa entre la multitud. Con un fuerte pestazo y debido a su sosiego en breves será cazado por tus amistades, familia o extraños. 5. El pedo celestial o de curas y monjas: pasa desapercibido, sin molestar. Suave y delicado, se toma la molestia de no llamar la atención. En absoluto huele, y su timidez perdona todos tus pecados del olor.6. El pedo de alivio: importa poco su olor o intensidad, lo relevante es librarte de esta mochila apestosa. ¡Ufff, que agustito me´quedao¡ 7. El pedo eco: con dos tonos como si de un tenor se tratara. Un primer anuncio, parada y traca final para deleite del espectador.8. El pedo fantasma: Yo no he sido pero aquí huele a muerto. Sensación repetida en situaciones donde huele que alimenta, y todos a tu alrededor defienden su inocencia. 9. El pedo en marcha o movimiento: generalmente en compañía a lo largo de un plácido paseo. Suelen chirriar para mayor gloria de tu persona. 10. El pedo salpicaduras: el estado gaseoso pide unas vacaciones y se torna en una hiriente humedad. E definitiva una mala pasada, sin pizca de gracia.


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