En los últimos días, hemos aprendido algo que en nada debería sorprender a los que seguimos defendiendo la Guerra de Irak. En esta bitácora siempre se ha dicho que salir de Irak fue un error terrible que conllevaría consecuencias graves. Ahora vemos como los “malvados y putos neocons” teníamos razón. El país está siendo ocupado por militantes islamistas y eso debería servir como una brutal condena contra la terrible decisión de Obama y sus amigos de abandonar el país a su suerte tan temprano en su presidencia, para apaciguar los ánimos de su base electoral y sus aliados, en su mayoría amigos del fracaso y de la cobardía política.
Durante toda su estancia/ocupación en la Casa Blanca, Obama ha intentado sacar mucho provecho de ser el “presidente anti-guerra”, el hombre que acabó con una década entera de guerras en Irak y Afganistán, por desgracia para la libertad y el mundo libre. Obama demuestra cada vez más que EEUU ya no es un país tan serio como antes, que ya no es un país fiable para los liberales y que los aliados de USA, si siguen por este camino y si así lo quiere el pueblo americano, vamos a tener que replantearnos nuestras amistades. NO ES la primera vez que digo esto aquí. Yo no soy “leal” a EEUU “porque sí”, sino porque sirve los intereses de los liberales. Si en algún momento EEUU dejara de ser aliado inconfundible para los liberales, yo no tendría ningún problema con cambiar de opinión porque no siento ningún apego emocional a ninguna región por cuestiones espirituales o misticistas. Yo no creo que en esta web tengamos fans misticistas, por suerte.
Obama ha querido distanciarse de Bush constantemente. En consecuencia, Obama no ha hecho ningún esfuerzo real para entender las gravísimas implicaciones que tiene la retirada americana del mundo y en particular de Irak hace tres años. Para ser justo, debo reconocer que no es solo Obama el del problema. Hay una tendencia palpable en EEUU que muchos americanos quieren aislarse del mundo. Desafortunadamente, está muy de moda aquello de “preocupémonos por nuestros problemas primero”. PERO LOS LIBERALES NO PODEMOS aceptar esto. Algunos ultranacionalistas en Europa y EEUU se preguntan por qué los liberales defendemos tanto intervenir en Irak, que qué intereses hay allí. Ellos quieren pensar que los liberales solo buscamos petróleo, o el oro, algún bien material pero normal, no entienden realmente el liberalismo. Los liberales defendemos la LIBERTAD PARA TODOS, la democracia, la destrucción de las tiranías, caiga quien caiga y estamos defendiendo un principio universalmente reconocido por todo liberal, por todo amante de la libertad cuando abogamos por ayudar a los que se oponen a las dictaduras donde quiera que estén. Ser marrón de piel no les hace menos aptos para tener una democracia.
Muchísimas personas, incluído algunos demócratas importantes en EEUU, dijeron que como ya EEUU había pagado un precio terrible por liberar a Irak del criminal sanguinario Sadam Husein y establecido la primera constitución democrática de Irak, la Casa Blanca le debía al pueblo americano asegurarse que Irak siguiera desarrollándose como estado democrático.
Pero para que eso ocurriera, Washington tenía que comprometerse para mantener una presencia militar en ese país para vigilar que el gobierno de Nuri al-Maliki no escatimara con sus promesas y compromisos para reconciliar las diferencias políticas de su país entre suníes y chiitas.
Pero Obama perdió la paciencia con al-Maliki y dio órdenes para una retirada unilateral de tropas americanas hace tres años. Lógicamente, en consecuencia, al-Maliki ya no se sentía con la obligación de cumplir con sus compromisos. Al revés, cultivó lazos profundos con el terrible régimen iraní, país vecino de Irak. De esa forma, lógicamente, los suníes se sintieron humillados en el nuevo Irak sin Sadam.
El resultado es la crisis de este verano – el auge del grupo islamista, por un estado islámico en Irak, arrebatar zonas enteras del país, incluído Mosul, la segunda ciudad en importancia de Irak y el pueblo natal de Sadam, Tikrit.
Ahora Obama se encuentra en una difícil situación – ¿apoyará a la resistencia con fuerzas militares para derrrotar a los terroristas islamistas o permitir que impongan un estado islámico en Irak?
Si Obama opta por un ataque militar, sería acusado de un terrible error de su parte por haberse retirado de Irak en un principio. Pero si no hace nada, que ya sabemos es su opción preferida cada vez que surge una crisis internacional, entonces podríamos todos ser testigos de un nuevo estado radical islamista impuesto que sirva como una nueva amenaza existencial para los aliados occidentales en esa región. Tengo en mente países como Jordania, Arabia Saudita y los países del Golfo pérsico.
Sea como sea, sea cual sea la opción que elija Obama, todos seremos conscientes que se enfrenta a una crisis que tiene un solo culpables concretos: Barack Hussein Obama y sus amigos de la cobardía política.