Hace tiempo, cuando la burbuja inmobiliaria en España estaba más inflada que nunca, intentaba explicar a un amigo que las cosas no valen lo que diga el sentido común si no lo que alguien, quien sea, esté dispuesto a pagar por ellas. Al cabo de un tiempo, con desgana, terminó dándome la razón, lo cual viniendo de quien venía tenía un gran valor moral.
El mercado del fútbol, porque esto ya no es otra cosa que puro mercadeo y cambio de cromos, guarda unas similitudes con el de la vivienda que asusta, y como sucedió con el ladrillo, terminará pasando algo parecido. Pero mientras esto no suceda y el sistema no colapse, los equipos (con mucho dinero) estarán dispuestos a gastarse lo que sea menester con tal de captar o retener el talento en sus plantillas.
Por ejemplo, dicen las malas lenguas que la cacareada renovación de Messi por el Barça implica un salario de 40 millones de euros netos por año. De ser cierto el dato, el sueldo de Leo será superior al presupuesto que este año han tenido nueve equipos de Primera División. Y si nos da por calcular la cifra bruta de ese contrato, sólo Real Madrid, Barcelona, At. de Madrid, Valencia y Sevilla dispondrán de presupuestos superiores al salario del argentino. Si esto es una competición justa e igualada, que venga Dios y lo vea... Pero no es esta la causa de mi platica de hoy, así que intentaré no perder el hilo. Y de todas maneras, Messi es ya un jugador contrastado, te guste o no (en mi opinión, le pese a CR7 y a todos los madridistas, incluso a mí mismo, el mejor jugador del mundo hoy día).

El caso es que estamos asistiendo a otras operaciones futbolísticas de relumbrón financiero que no dejan de asombrarme. Vayamos a ellas. Con seguridad, el jugador de la temporada, por su eclosión tan sorprendente es Kylian Mbappé. Por él se están pegando ya los grandes de Europa y ya veremos en cuanto acaba la puja si este mismo año abandona el Mónaco. Pero desde luego, si cambia de equipo, su nuevo propietario tendrá que rascarse, y bien, el bolsillo. Mbappé, de momento, no tiene precio, aunque algunos rumores sitúan su traspaso en torno a los 60-70 millones de euros. Claro, comparado con lo que costó el Pipita o el creador de la Pogdance, es casi un chollo. Pero me gustaría desgranar algunos datos para matizar si se debe pagar este dinero por este jugador.

Es un jugador que está todavía sin madurar y nadie, por mucho fútbol que tenga en su cabeza, puede garantizarle un puesto en la élite mundial de aquí a tres años. Puede ser flor de un día, puede tener una lesión de gravedad, puede estancarse en su progresión, puede enfermar del " síndrome de Ronaldinho"... Pueden pasar tantas cosas. En un mundo lógico, Mbappé seguiría creciendo y madurando en el Mónaco dos o tres años más. Y con 22 ó 23 puede que estuviera listo para dar el salto al Madrid, al Barcelona, al United, al Bayern, al City, a la Juve... Pero ¿ahora? No lo veo, qué quieren que les diga.
¿Se acuerdan del fichaje de Robinho por el Real Madrid? Pues los blancos, en ese peinado constante de talento en el planeta fútbol, se han hecho con los derechos de Vinicius Junior. Dicen las malas lenguas que los blancos van a pagar al Flamengo unos 45 millones de euros por un chaval que tiene casi 17 años. De momento, seguirá en Brasil, pero igual en uno o dos años da el salto de manera definitiva. Con las experiencias que ha sufrido el Madrid con los delanteros brasileños (con los defensas ha tenido mejor suerte...), no alcanzo a comprender esta operación. Si pagar 70 millones por un jugador que hace un año nadie sabía de su existencia, pagar 50 por un chico de 16 no tiene nombre. Sin olvidar la costosa adaptación de los brasileños al fútbol europeo.
El tercer nombre de la lista es Theo Hernández. Con mucha diferencia, el chollo del artículo. Dicen también los medios que el Madrid abonará su cláusula de rescisión -30 raquíticos millones- y que el jugador ya ha pasado reconocimiento médico con los merengues. La cifra, visto lo visto, es irrisoria. Pero claro, no puedo evitar pensar que la experiencia de Theo en Primera División se limita exclusivamente a esta temporada... en el Alavés. Que no es equipo puntero, reconozcámoslo.

Theo acumula una experiencia en Primera División de 37 partidos con el Alavés, un equipo modesto, y cuesta imaginarle que esté preparado ya para la brutal competencia que significará su paso por el Real. Este tipo de equipos son máquinas de destrozar jugadores, y la historia está repleta de casos como para llenar varios libros. Cuando la inversión por el futbolista es pequeña (estoy pensando en los 4 millones que costó Marco Asensio), el riesgo es asumible. ¿Lo es también pagar 30, 45 o 70 millones por Theo, Vinicius o Mbappé? Para mí, que no.
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