Revista Cultura y Ocio
Entre las profesiones de la antigua Babilonia, el dinero prestado ocupaba un lugar destacado. Fue, de hecho, una de las profesiones más lucrativas, y fue seguida por todas las clases de la población, la más alta y la más baja. Los miembros de la familia real no desdeñaban prestar dinero a altas tasas de interés, recibiendo como garantía varios tipos de propiedad. Es cierto que en tales casos el negocio fue administrado por un agente; pero el prestamista del dinero, y no el agente, era legalmente responsable de todas las consecuencias de su acción, y era a él a quien iban todos los beneficios.LEER MÁS »