Cuando Molly Fishkin se comprometió y les contó la noticia a sus amigas Mary-Kate y Ashley Olsen le transmitieron su deseo de diseñarle el vestido de novia bajo su marca The Row. La estilista aceptó encantada, pues las Olsen la conocen a la perfección, ya que se criaron juntas.
Las propias diseñadores se encargaron de ayudar a la novia a vestirse. El vestido era un diseño de manga larga ancha y de encaje con un poco de cola. El velo también fue diseñado por las gemelas y era de encaje.
Y como sabéis que me encanta la deco de las bodas, no puedo dejar de enseñaros el maravilloso servicio vintage que usaron para comer.
Créditos: Vogue.