Publicado por valedeoro en 13/05/2011 bajo minimalismo | Sé el primero en comentar
TriodosBank está haciendo todo lo posible para darse a conocer como alternativa a los bancos convencionales. La rentabilidad es igual de interesante, la cuenta es igualmente gratuita, los cajeros son igual de accesibles (puedes utilizar todos de ServiRed). Los bancos “convencionales” están haciendo todo lo posible para mostrar que no han aprendido nada de la crisis financiera. Siguen cobrando bonificaciones inmensas, prefieren cerrar las casas hipotecadas antes que alquilarlas, y siguen invirtiendo en armas.
La decisión entre un banco u otro debería ser muy obvia. Y preguntando directamente a amigos y colegas, todos están de acuerdo que “habría que cambiar de banco”.
Pero el número de personas que lo hace al final, es muy reducido.
Ojos que no ven – corazón que no siente
Deshacerse de libros y ropa es relativamente fácil. Cambiarte a una alimentación más sana ya es un poquito más difícil. Y cambiar de banco es una tarea casi imposible. ¿Por qué? Porque la gratificación no es tan inmediata. Cuando te liberas de objetos, el cambio es inmediato. La habitación se vé más limpia, más ordenada, con más espacio. La comida sana te dará la sensación inmediata del sabor más fresco y el beneficio de más salud a largo plazo. ¿Y el banco? Aparentemente todo seguirá igual. Lo único (obvio) que cambia es la tarjeta. Y de repente la tarea de cambiar de banco se delega nuevamente al mañana, porque parece ser tan complicado (y las domiciliaciones, y si no me acuerdo del nuevo PIN, y si después no encuentro cajero, y…)
Mala noticia: Tu dinero está matando a personas
Tu eres responsable de cada compra, pero también de cada inversión. Cada vez que compras una cosa estás diciendo que apruebas como ha sido fabricada, con qué ingredientes, y bajo qué condiciones. Y cada vez que inviertes dinero en una banca, ya sea ingresando tu nómina, abriendo una cuenta vivienda o ahorrando para las próximas vacaciones, tu personalmente, estás de acuerdo con las inversiones que se harán a tu nombre. Quizás este dinero financia armas, quizás se invierte en créditos para la industria atómica, o quizás asegura la financiación de un nuevo negocio al lado de tu casa. ¡Pero no lo sabes! Y es poco probable que los bancos convencionales te den una lista completa de todos sus negocios.
La alternativa es cambiarte a una banca ética. En Europa el referente es TriodosBank, pero si te informas encontrarás más opciones, también en tu país. Tendrás la seguridad que tu dinero solo financia proyectos con un efecto positivo sobre las personas o el planeta. Quizás no sea tan visible como una estantería limpia en tu habitación. Pero a largo plazo aportas tu granito para una economía más limpia.
¿Cuál es tu banco?
¿Cuándo cambiarás de banco?