... muchas otras se quedan resguardadas bajo sus complejos.
Sin duda, el estío es una buena época para hablar de la autoimagen. Y de ese canon estético que agobia y amarga tanto a unos cuantos. O a unos muchos. Porque no es ya la gente que siente complejo de su propio cuerpo, sino también la que se autoexige, casi siempre por encima de sus posibilidades, o al menos más allá de lo recomendable para su salud mental y emocional, en pos de tener un físico con el que cumplir con dicho canon.
Hijoputa el canon de los cojones.
¿Pero qué mierda es esto del canon estético? Este canon, también conocido como canon de belleza, es una especie de modelo de belleza ideal, según lo que dictamine la sociedad de turno que es el ideal de belleza, ya que esta idea de la belleza perfecta o de mejor belleza fluctúa según donde vivas o la época en la que te haya tocado vivir. Es decir, este canon está muy influenciado por moda, tendencias, cultura, y gilipolleces varias.
El hecho es que el gusto por la belleza se educa. Por lo tanto, si nos dicen que lo atractivo es ser o estar o vestir (o desnudar) de una determinada manera, llegamos a interiorizar que lo bonito y deseado es eso, y eso y nada más, y lo que no encaje con eso es feo y rechazable. Creo que ni hace falta explicar la de inseguridades y miedos que esto puede provocar, en personas que no encajan con ese canon de belleza y en las que sí encajan pero temen dejar de hacerlo (porque a ver si engordo, porque me estoy haciendo viejo...). Luego está el otro, claro, el que admira la belleza y la desea, y al que le pueden volver la picha o el toto hecho un lío, porque de repente le gusta algo (o alguien, mejor dicho), pero se extraña porque le han educado para que no le guste eso, y ahí parimos un conflicto interior de narices. ¿Qué me pasa que me gusta una gordita o un bajito cuando de toda la vida de dios me han dicho que las gorditas y los bajitos son lo peor en el ranking ¡inventado! de los atractivos? ¡Anda ya, debería de quedarme con la tiktoker frívola o con el cachas posesivo, dónde va a parar! 😵
Ante tanta tontuna, y tanta baja autoestima que deriva de esa tontuna y tanto trastorno mental y emocional que proceden de ambos, los psicólogos tenemos mucho que decir. Y yo, como soy psico, lo voy a decir:
1. En primer lugar, no a todos nos gusta lo mismo, por mucho canon que haya. Es verdad que este influye, y bastante, en nuestra educación del gusto hacia la belleza. Pero no es menos verdad que tú, cacho carne, también eres un cacho cerebro, con mentalidad propia, con personalidad propia, y capaz de desarrollar gustos, intereses y motivaciones propias que se alejen de lo establecido. ¡No te dejes aborregar!
2. Le damos diferente valor a lo que nos gusta. Es decir, las cosas no son blancas ni negras, o estás dentro de las personas bonitas y deseables, o estás fuera. Todos somos un conjunto de rasgos, y los hay más valiosos y los hay menos. Y te aseguro que ese, sí, sí, ese, o esa, que aparece en todas la fotos como si fuera un ser inmaculado y perfecto físicamente, no, no lo es, para nada, y es muy probable que también tenga sus inseguridades y complejos. Por tanto, ¡deja de obsesionarte con tus defectos, joder, y dale valor a tus virtudes!
3. El físico y la imagen son diferentes. Como lo oyes (bueno, como lo lees). El físico es tu armazón, o tu armadura, o tu estructura vaya. Diría que es con lo que naces, pero no, todos sabemos que hoy día no (https://www.elindependiente.com/sociedad/2023/09/12/la-cirugia-estetica-se-dispara-un-200-en-espana-en-una-decada-y-seguira-creciendo/). Sin embargo, a pesar de los retoques que puedas hacerte, a pesar de las dietas, a pesar de las horas de gimnasio y de que te tatúes el plano para salir del IKEA en la espalda (improbable, te faltaría espalda), hay unos límites, hay una arquitectura, o una base arquitectónica, que se mantiene fija. La imagen es diferente, es lo que tú transmites, lo que proyectas. El físico forma parte de la imagen, pero es solo eso, parte. Cómo vistas, cómo te muevas y cómo seas también forma parte, y muy importante, de la imagen.
4. Y aquí es donde intento hacerte explotar la puta cabeza: si el físico es solo parte de la imagen y la imagen es lo que proyectas, lo que llega a los ojos y a las emociones del otro, y toca directamente el sentimiento de deseo del otro, la belleza es una cuestión de actitud. Si eres capaz de ser sexy, si eres divertido, si eres buena persona, si te gustas, gustarás. La belleza no está solo en una cara bonita y un cuerpo escultural (puede que para muchos y muchas sí, pero esto pasa porque no tienen su gusto bien educado, no son buenos admiradores de la buena y genuina belleza), está en una sonrisa, está en una lágrima, está en una conversación interesante o en un gesto amable, está en lo que dices y en lo que haces y en cómo lo dices y en cómo lo haces. Está en que te valores tus rasgos de personalidad, y no solo los físicos, y con unos y otros, hagas algo bello, joder.
Así que si te da palo enseñar tu cuerpo serrano en la playa, vete pa lla ya, ¡peroya, eh!, y disfruta con alegría del sol, de la arena... ¡y pégate un chapuzón con mucho estilo!
Cuestiona lo que digo, la duda nos acerca más a la verdad.
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Si te gusté yo, te aseguro que físicamente no soy nada especialito, pero como psicólogo soy apañao y hago terapia en consulta en Málaga y online para todo el mundo. También tengo un par de libros sexys interesantes.
¡Y, con mucho sex appeal, recibe este abrazo!