Revista Cultura y Ocio
Pero el cristiano primitivo demostró su fe por sus virtudes; y se suponía muy justamente que la persuasión divina, que iluminó o sometió el entendimiento, debe, al mismo tiempo, purificar el corazón y dirigir las acciones del creyente. Los primeros apologistas del cristianismo que justifican la inocencia de sus hermanos, y los escritores de un período posterior que celebran la santidad de sus antepasados, muestran, en los colores más vivos, la reforma de las costumbres que se introdujo en el mundo por la predicación de el Evangelio. Como es mi intención señalar solamente las causas humanas que se les permitió secundar la influencia de la revelación, Mencionaré un poco dos motivos que, naturalmente, podrían volver las vidas de los cristianos primitivos mucho más puras y más austeras que las de sus contemporáneos paganos o sus sucesores degenerados; arrepentimiento por sus pecados pasados, y el deseo loable de apoyar la reputación de la sociedad en la que estaban comprometidos.83LEER MÁS »