Revista Religión
Leer | 1 CORINTIOS 2.9-14 | No hay ninguna circunstancia en nuestra vida donde el Señor no nos hable. Podemos estar seguros de que cuando lo hace, sus palabras tienen siempre un propósito. Considere algunos de los propósitos de la comunicación de Dios:
• Dios quiere que comprendamos lo que Él nos está diciendo. Como cristianos, podemos estar seguros de que esto sucederá porque el Espíritu Santo está presente en nosotros, y Juan 16.13 garantiza que Él nos guiará a toda la verdad. Esto puede tomar tiempo y esfuerzo de nuestra parte, pero la intención del Señor es que entendamos claramente lo que Él está comunicando.
• Nuestro Padre celestial tiene también el propósito de conformarnos a la imagen de Cristo. Al leer la Biblia, su Espíritu puede señalar la compasión de Jesús hacia la mujer samaritana como nuestro ejemplo de vida; o el Señor puede alertarnos, por medio de la reprensión de Jesús a Pedro, a no depender del discernimiento humano. Nuestra responsabilidad es responder a sus palabras, alineando nuestra vida con la verdad, y no oponer resistencia.
Además, Dios revela verdades acerca de la vida en Cristo, para que podamos comunicar esos mismos principios a otros. Jesús decía solamente lo que su Padre celestial le había enseñado (Jn 8.28). Del mismo modo, nosotros necesitamos escuchar cada vez que Dios hable, y así sabremos qué decir.
Dios tiene algo que decir; a los obedientes y a los desobedientes; a los poderosos y a los débiles; a los perdidos y los salvos. No ignore lo que Él tiene que decirle. Permita que todo lo que suceda en el día le acerque a Dios, y cultive el hábito de darle toda su atención a Él.
(En Contacto)